Representantes de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se han concentrado esta mañana a las puertas de la Subdelegación del Gobierno de Ciudad Real donde han guardado un minuto de silencio en señal de repulsa contra el aumento de las agresiones al personal de ámbito sanitario en toda la región, pero especialmente en la provincia, donde sólo la semana pasada se produjeron tres episodios violentos; dos en la capital y un tercero en Tomelloso.
“Basta ya. Hay que acabar con esta lacra social. Las agresiones a los sanitarios no pueden continuar. El Sescam y la Administración regional tienen que tomar medidas contundentes para solucionar un problema que lejos de cesar va en aumento”, ha señalado la presidenta de CSIF Sanidad Castilla-La Mancha, Ana Isabel Fernández, quién ha lamentado que las agresiones a los profesionales sanitarios se han normalizado, desgraciadamente, en la sociedad actual.
Durante su intervención, Fernández ha pedido a la Administración regional que el Observatorio de la Violencia para prevenir las agresiones al personal del Sescam funcione correctamente y ha vuelto a reclamar, una vez más, la implantación en todos los centros de salud de medidas disuasorias para evitar que las agresiones se conviertan en costumbre, así como una mayor inversión en seguridad y en profesionales.
“No puede salir tan barato agredir al personal sanitario. Los profesionales estamos para ayudar y cuidar a la ciudadanía. No se puede trabajar con miedo como sucede actualmente. La Administración regional no debe olvidar que el activo más valioso que tiene es el capital humano y con esta desidia está provocando la fuga de profesionales”, ha remarcado la responsable sindical.
La presidenta de CSIF Sanidad Castilla-La Mancha ha lanzado también un mensaje a la ciudadanía recordándole que la salud es el bien más preciado que podemos tener y para ello es necesario cuidar a quien nos cuida. “Sin profesionales no hay salud”, ha insistido.
La concentración, que ha sido respaldada por el Colegio de Enfermería de Ciudad Real, así como por trabajadores del Sescam, tiene como objetivo visibilizar la grave situación a la que se enfrentan a diario los profesionales de la salud, exigir medidas contundentes para garantizar su protección y concienciar a la sociedad sobre la necesidad de un cambio en la percepción y el respeto hacia el colectivo sanitario.