La semana pasada leía la siguiente noticia: “Un hombre
joven, de origen rumano pierde la vida tratando de salvar a sus caballos
durante un incendio en Tres Cantos, Madrid”. En ese momento un
escalofrío recorrió todo mi cuerpo y pensé, aún existen personas dispuestas a
perder su vida por los demás.
Esta es la auténtica esencia del ser humano que demuestra su
heroicidad. Pero, ¿ha sido el fuego un enemigo o un gran aliado en nuestra civilización?
Paradójicamente, el descubrimiento del fuego ha tenido una
repercusión en los avances de la civilización desde tiempos inmemorables.
Servía para calentarnos, cocinar alimentos, ahuyentar las fieras e incluso era
venerado como un don sagrado en la antigua Grecia.
Ciertamente ha sido un gran aliado a lo largo de la historia
de la humanidad. Permitió el avance de las metrópolis, los viajes por tierra y
por aire, el descubrimiento de la metalurgia, la construcción de castillos,
catedrales, nuevos sistemas de combustión, la electricidad y recientemente los
viajes espaciales.
Sin embargo, en contraposición el fuego también puede
rebelarse contra el ser humano, tal y como está pasando hoy en día. Me estoy
refiriendo a los incendios forestales recientemente ocurridos en España,
especialmente en Castilla y León, Asturias, Galicia y Extremadura.
Las preguntas que deberíamos hacernos son: ¿Qué estamos haciendo mal los seres humanos? ¿Cómo es, que durante los últimos años se está incrementando el número de hectáreas quemadas? Desde el 2024 hasta este año 2025, los incendios se han triplicado.
Entre el 1 de junio y el 15 de agosto se han calcinado aproximadamente 147.000 ha (hectáreas)
en España, especialmente en el norte, donde se concentran los mayores pulmones
verdes de nuestro país.
Si profundizamos en las causas, serían las altas
temperaturas, las tormentas y sequías que ha habido, fuegos mal apagados,
colillas tiradas y la peor de todas: “los pirómanos” que cometen sus delitos
con la mayor impunidad.
Aunque realmente, ¿no será que se podrían tomar muchas más
medidas con antelación para que no ocurran estos incendios? ¿Dónde están las
campañas contra incendios? ¿No será que nos están ocultando mucha más
información por parte de los gobiernos?
Es muy triste ver como miles de seres vivos están muriendo calcinados. ¡Cuánta tragedia en los bosques! No solamente árboles sino animales, muchos de ellos en peligro de extinción y, como no, la ganadería. Ciertamente podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que España está de luto.
Costo ecológico
Existe un costo ecológico que ya nos está pasando factura.
Las consecuencias que se derivan de estos incendios son que el suelo se
erosiona y acelera la desertificación, la ceniza y el humo producen mayor
contaminación atmosférica, por lo tanto habrán más alergias para los seres humanos.
Y lo que es peor, la reforestación llevará muchísimos años para poder
recomponer el ecosistema.
En otro tiempo, no hace tantos años, la forma de pasto y
ganadería protegía al campo y contribuía a que no hubiera tantos incendios. Sin
embargo, debido en parte a los gobiernos, tanto centrales como europeos, se han
restringido estos pastoreos.
Podemos decir que la cubierta vegetal seca que se encuentra
en el suelo del bosque es la mecha que prende el incendio y permite además su
avance.
En esta lucha contra el fuego existen unos héroes, quizá no
lo suficientemente reconocidos, de los que no quiero olvidarme, me estoy
refiriendo a los “hombres del fuego” esos que se internan en la espesura
en llamas con sus mangueras, y herramientas, enfundados en esos incómodos
trajes que los protegen y luchan, cara a cara contra las llamas.
También me gustaría resaltar
la encomiable labor que realiza el ejército con los 3.278 militares de la UME en primera línea; el
dispositivo estatal 10 BRIF, 570 brigadistas,
53-56 medios aéreos y los voluntarios acreditados que participan, de
los cuales dos de ellos han perdido la vida.
Me refiero a los cuerpos de bomberos y técnicos forestales, que acuden a salvar los bosques, por supuesto, a los voluntarios que se ponen al servicio de los técnicos para ayudar, a los que trasladan y cuidan de las personas para proteger sus vidas. A todos los que velan por nuestra seguridad y arriesgan sus vidas.
La cuestión de los incendios forestales no es un tema que
únicamente afecte a España sino que también afecta a otros países. En Francia,
Italia, Grecia y en EE.UU. están siendo cada vez más frecuentes los incendios
forestales. Me pregunto: ¿No será que el cambio climático también es culpable
indirectamente de estos incendios?
Todos contra el fuego
Lo que empieza a ser un hecho evidente es que este débil
planeta llamado Tierra cada vez está más deteriorado por culpa de los seres
humanos, que no somos o no queremos ser conscientes y responsables de cómo
estamos agrediendo ferozmente a la madre naturaleza.
Estas sociedades occidentales, que presumen del bienestar,
están provocando un mal uso de recursos y materias primas, tanto del agua como
la energía, alcanzando unos altísimos niveles de contaminación en toda la
biosfera. Parte de esa culpa la tienen las grandes industrias de la moda, la
cosmética y las tecnologías masificadas.
Se están quemando combustibles fósiles que representan, no
solo el calentamiento neto del aire, sino que constituyen también una parte muy
importante de la contaminación por gases de invernadero de nuestra atmósfera.
Se habla de desarrollo sostenible cuando el crecimiento del
gasto no supera las producciones, pero esto es una utopía más. Estamos hablando
de recursos no renovables, de contaminación persistente y de aumento
exponencial de desechos que se arrojan a la tierra , los ríos y el propio
océano.
El cambio climático está produciendo efectos colaterales muy
graves. Las reservas de agua dulce se están viendo mermadas y es precisamente
la más necesitada para los seres humanos y los animales. Los glaciares se están
derritiendo y esa agua va a parar a los océanos, con lo cual se convierte en
agua salada.
Otro factor son las islas gigantescas de plástico que se han formado por la contaminación que producimos, con lo cual la fauna marina se ve amenazada. Se están descongelando las zonas del Ártico y el eje de la tierra va a desequilibrarse. Tenemos una serie de recursos que son limitados.
La solución
La solución está en cada uno de nosotros y los gobiernos,
quienes deberían hacer más campañas de prevención del ahorro energético si
queremos sobrevivir en nuestro planeta tierra.
Efectivamente, la ciencia junto con las IA y la creación de
drones y satélites de vigilancia sirven para paliar los incendios forestales.
Cada vez hay un mayor conocimiento y desarrollo de tejidos ignífugos mucho más
potentes y de materiales de construcción que permiten esquivar los incendios.
Aunque el humo y las llamas parezcan ganar la batalla, la
historia nos recuerda que la naturaleza tiene una asombrosa capacidad de
renacer. Depende de nosotros que ese renacer sea más rápido y más fuerte.
Amemos y cuidemos nuestra madre naturaleza.
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Sábado, 16 de Agosto del 2025
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