El escenario se expandió más allá de las tablas, con actores que actuaron entre el público, generando un efecto envolvente que reforzó la espectacularidad del montaje. Desde la organización se quiso agradecer especialmente la colaboración del Ayuntamiento de Argamasilla de Alba, así como el apoyo de Julio Alberto Sánchez, por su ayuda con el andamio y el decorado, además de la cesión de maquinaria. También al departamento de Obras del Ayuntamiento, al equipo de iluminación y sonido de Artesoni, a José Cruz, vicepresidente de la asociación, a Belmart, a Isidoro Borreguero, por las alpacas de paja, y a Fabio, encargado del avituallamiento,  y a todo el equipo humano que trabaja detrás del escenario, cuyo esfuerzo silencioso hizo posible cada detalle de la representación.

Un reconocimiento especial fue para Jesús García, que hace dos años se atrevió a soñar con hacer realidad este musical, y para el presidente de la asociación, José Ángel Carretero, por su esfuerzo y dedicación. Asimismo, se agradeció a los responsables de la formación de los bailes y a Guillermo, mano derecha del proyecto y pieza fundamental en la coordinación del espectáculo.

La noche concluyó entre aplausos y música, con el público en pie agradeciendo a los participantes su entrega y talento. Una vez más, Argamasilla de Alba demostró su capacidad para soñar en grande y hacer de la cultura un motor de encuentro y orgullo colectivo.