Luffmann, fue uno de los
“ruteros” más admirables que hicieron
nueva trocha en la senda que pisó Cervantes, aunque no en todos los
tramos… No son pocos los sendiles toscos y ásperos, convertidos hoy en
inventadas “Rutas de Don Quijote”, por donde el Ingenioso Hidalgo jamás
trocheó; que discurren, bien amojonados con decorativos pilotes, por entornos atestados de inmundicias o de verdosas
matas tumbadas… Nos imaginamos a
Cervantes, con una indescriptible expresión de tristeza; desdentado, ripiado y
desnutrido; hecho un ovillo junto a paredones conventuales, esperando, en el
más cruel de los abandonos, a que la vida rematara su nombre… Si hoy se
“alzara”, cuando todo son bendiciones y “asuntos” en su memoria y presenciara “Rutas” y “Rutas” por
donde jamás echó pie, ni casquillo rucio y rocín de su comparsa, miraría
indiferente esas fantasías iberas y fijaría en su conciencia un escrúpulo de
honestidad… Luffmann, vivió la ruta creyendo eterno el universo que lo envolvía
mientras caminaba… Todas las dimensiones se entrañaban en él, e intuyó
invisibles “planos” esbeltos, que pendían del ámbito… En el valle percibió
sonoridades puras, que hilaban con magos y deidades inaprensibles, que si bien
no vislumbró y que con objetividad relató: “Soy el primer “extranjero” que se
sepa que haya pisado la Cueva. No vi ningún grupo de sirenas, brujas, duendes,
ningún ángel ofreciendo vida inmortal, ningún Merlín que me recuerde la muerte.
Todo es frío, silencioso, fantasmal, pero la Banda de Don Quijote no apareció”.
Luffmann como Cervantes, poco sabía acerca del número de rebalsas fluviales naturales o “Lagunas de
Ruidera”, por lo que su crónica respecto de la transcripción de los apelativos,
resulta bastante estrambótica: “Los lagos “Altos” de Ruidera-enumeró- son: Del
Rey, Colgada, Batanes, Santa Marthiana, Salvadora, Lingua, Redondilla, Seneca,
Conseca, Blanca, or San Pedro. “Bajos”: Cueva Morenilla, Thesapho, Collayo”.
Por el “rutero” estadounidense,
nacido en París, August F. Jaccaci, (“Aus Pays de don Quichotte”) aprendimos
cómo era el poblamiento de Ruidera, allá por los años 1894-1895: “… Ruidera, un
puñado de casas diseminadas cuya pobreza empequeñecía más aún las ruinas (¿ruinas?)-de un vasto palacio…”.- (Hoy
Pabellones del Rey, Casa del Rey o Casa Grande)-. (…) “… Ruidera de viviendas
destartaladas, con puertas rotas o sin puertas, agujeros en lugar de ventanas,
y todo de una miseria primitiva”.
X
Don Quijote, en el interior de la
“Cueva de Montesinos”, anda ensimismado con encantamientos, lamentos y
aflicciones de los primos Durandarte y Montesinos…: “(…), a la presencia de la
Señora Belerma, a la cual con vos y conmigo y con Guadiana vuestro escudero y
con la dueña Ruidera y sus siete hijas y dos sobrinas y con otros mucho de nuestros
conocidos y amigos, nos tiene aquí encantados el sabio Merlín ha muchos años y
aunque pasan de quinientos, no se ha muerto ninguno de nosotros; solamente
faltan Ruidera y sus hijas y sobrinas, las cuales llorando por compasión, que
debió tener Merlín de ellas, las convirtió en otras tantas lagunas… (…) las
siete son de los Reyes de España y las dos sobrinas de los caballeros de una
orden santísima, que llaman de San Juan…”. (Don Quijote de La Mancha, Cap.
XXII-XXIII).
Grande incógnita los tejemanejes
del hechicero Merlín con otros “miembros” de la familia lacustre… Y Gran
acertijo también los arrullos del
Encantador, mal escuchados por “Don Quijote”, en un suave extravío… Torrentes
de cristalina agua, saltando, retrayéndose en torcales y sobre agua cayendo… En aquellos tiempos, la
“estirpe” lacustre del valle del Alto Guadiana, la conformaban diez y seis integrantes,
no incluidos parvos parientes que los han ido emporcando y liquidando, pasando
su existencia al olvido, pero aún esperan nuevos “orajes”, que restituyan su
alta verdad…
La esencia de la historia, de nuestra verdadera historia, debería ser ajena a corrientes ideológicas, capciosas sutilezas, marrullas y conveniencias insensatas, pancistas o excelsas… Quienes vivieron y viven hechos que la deberían jalonar, no supieron ni saben describirlos (o sus circunstancias los refrenan) y bastantes de quienes los registran, rara vez los vivieron…
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Martes, 2 de Septiembre del 2025
Martes, 2 de Septiembre del 2025
Martes, 2 de Septiembre del 2025
Martes, 2 de Septiembre del 2025
Martes, 2 de Septiembre del 2025