Y también, cuando vemos que alguien se dirige a nosotros, para formularnos una pregunta, o simplemente para hacernos una advertencia, de algo que hemos olvidado, o estamos cometiendo el error de la espera en algún lugar equivocado… En ese preciso momento en el que se dirigen o nos piden una ayuda para algo de información, sin más, lo primero que hacemos es ponernos en una especie de guardia, o autodefensa interna, en nosotros. Pero sí, no hay motivos de mi relación interna conmigo mismo. Entonces es cuando se observa que el bien de la otra persona, o su mejor intención de pedir una ayuda, ha fracasado, sobre algo de información. Y no es bien entendida por nosotros.  Nos ponemos un escudo de auto desconfianza, ante cualquier cosa, persona o lugar, necesitamos pensar más en el bien que en el mal. Siempre llevamos en el pensamiento, una salida algo así como no te fíes de nada. Eso es un pensamiento dañino. 

A veces nos ocultan lo más hermoso de la verdad, la desconfianza nos lleva a hum estado de rechazo de cosas. El bien hacer es algo que todos tenemos interiorizado, por eso debemos ir más hacia la confianza, del que nos ha pedido algo de colaboración. La ayuda y el bien es lo que nos va a motivar, para hacer con las personas, hacerles el bien   en los momentos en que el contrario lo necesita.