El segundo tiempo fue un duelo más físico, con los dos equipos jugando muy directo y mucha pelea por la segunda jugada. En este tipo de fútbol, Ciudad Real aprovechó la envergadura de sus futbolistas para ganar duelos y montar algunas contras de peligro. El Atlético tambien generó peligro en sus llegadas. Juan JOsé Martínez vio pasillo por dentro y su disparo raso se fue por un palmo de la portería de Manuel González, portero de pequeña estatura, pero de buenas prestaciones. El meta ciudarrealeño resolvió muy bien trabajo.

Y la tendría tambien Alberto Mateos, que tras un rechace del meta, disparo desde fuera del área y el disparo llevaba márchamo de gol, pero se estrellaría en el cuerpo de un defensor.

Así, a los 78 minutos llegó la jugada que decantó el choque. Pusieron una pelota larga a Iker y parecía que el portero local y el defensa tenían ventaja. Pero la persiguió con corazón el delantero que acabó metiendo el pie para marcar el único tanto del partido. En lo que restaba, lo intentó el Atlético sobre todo con juego directo, buscando el oportunismo y llegada de Julio Zaragoza. Ciudad Real supo aguantar el arreón local y se llevó los tres puntos, demasiado premio para lo que ofreció en el partido.