El concierto comenzó anunciando que lo que estaba por venir sería una auténtica fiesta de la música. Con Eduardo Ruiz subido a la tarima, comenzaron a sonar las notas de “Bienvenidos”, de Miguel Ríos, mientras desde el patio de butacas y micrófono en mano, el director de la UMCT, Agustín Pradillos, interpretaba el conocido tema para dar la bienvenida y agradecer su presencia a los “hijos del rock and roll” y a los aficionados a la música.

Un concierto diferente y con dos partes

Pradillos explicó al público que el recital iba a ser distinto, estructurado en dos partes bien definidas y planteado como un “recap” del año que se despide. La Unión Musical arrancó con el pasodoble “Tomelloso”, de Alejandro Montejano, una obra de sones inequívocamente locales. Le siguió “Una noche en Granada”, poema lírico de Emilio Cebrián, una pieza de carácter templado y elegante, con aires flamencos y gran protagonismo de metales y percusión. El director dedicó esta interpretación al trombonista José Miguel, recordando que en el concierto de Santa Cecilia no pudo disfrutarla tras haber enterrado a un familiar.

La primera mitad continuó con el pasodoble “Concha flamenca”, “siempre necesario”, en palabras del director, y que sirvió para el lucimiento de tres solistas: Gabriel, Rafa y Óscar. A continuación, Félix Maldonado debutó como solista de saxofón con el Vals número 2 de Shostakovich. El cierre de esta parte llegó con otra sorpresa: “Oblivion”, de Piazzolla, interpretado únicamente por Raúl, al chelo sobre el escenario, y Julia, tocando la flauta desde el anfiteatro, en un diálogo melódico que hizo fluir la música por todo el teatro.

Participación del público y guiños actuales

La segunda parte comenzó con los acordes exóticos de “Caravan”, de Duke Ellington, dando paso a un tramo más participativo. El público fue protagonista con “I Will Always Love You”, de Dolly Parton, popularizada por Whitney Houston en El guardaespaldas, en la que varios asistentes intentaron un conocido “challenge” de redes sociales antes de escuchar la versión de la UMCT.

El repertorio continuó con “Espresso Macchiato”, la canción de Estonia en Eurovisión, en la que la tecnología permitió que se escuchara la voz de Tommy Cash mientras la banda interpretaba la música. Después, Eva puso voz, por primera vez, a uno de los clásicos del concierto de fin de año de la UMCT, “Un año más”, de Mecano, con campanadas y celebración anticipada del Año Nuevo para regocijo del público.

Un final lleno de sorpresas

El percusionista y presidente de la UMCT, Manolo Ortiz, fue el solista de botellas de vino en el divertido “Brindis”, de Ferrer Ferrán, tras el cual felicitó el 2026 en nombre de todos los componentes de la banda. “Y el concierto ha terminado”, anunció Pradillos entre aplausos.

Sin embargo, aún quedaba una última sorpresa. A pocas horas del Año Nuevo, el concierto se cerró con la interpretación de “Nessun dorma”, de la ópera Turandot, brillantemente cantada por José Hernández, que arrancó una gran ovación del público. Tal y como se había anunciado, el Concierto de Fin de Año de la UMCT fue, finalmente, una auténtica fiesta de la música.