Dentro de las actividades que componen el amplio programa de
las fiestas del barrio San Antonio de Tomelloso, este domingo llegaba el
café-coloquio “El alcohol en menores”. Ha sido una interesantísima charla ofrecida
por Vicente Marquina, Graduado en Medicina, vocal de la Asociación de Vecinos y
voluntario del Área de Rehabilitación de Adicciones (Asora), que ha abordado
esa delicada cuestión desde distintos aspectos.
El ponente ha incidido en el cambio de patrón del consumo de
alcohol que se ha experimentado en los últimos años. Y es que, el inicio en esa
sustancia está en los 13,3 años de media y esa edad de inicio, ha advertido, se
reduce año a año. Al mismo tiempo, el
consumo es más impulsivo de tal forma que la mayoría de los jóvenes ingiere
entre 5 y 10 UBE (Unidad Básica de Alcohol) en dos horas, el equivalente a 150
gramos de alcohol puro. Marquina ha
advertido de que el desarrollo continúa hasta los 21 años. Así, el consumo
excesivo incide en el desarrollo físico y psíquico e implica la posibilidad de adquirir
dependencia alcohólica en la edad adulta.
En 2006 se publica el primer estudio sobre el botellón, una
circunstancia que incide en el cambio de pautas de consumo. En dos horas se
bebe lo mismo que antes en seis, ha explicado el ponente, un hecho que implica
que la concentración de alcohol en la sangre se más alta y perjudica más al
joven. En ese sentido, el ponente, ha señalado que esas circunstancias se han
aceptado socialmente y, por tanto, no hay conciencia del peligro que representan.
El alcohol es depresor del sistema nervios, a pesar de lo
que se cree, pero, a la vez, aumenta la liberación de dopamina, dando lugar a
la activación del circuito de recompensa en el cerebro, produciendo placer, y
en consecuencia más ganas de seguir consumiéndolo y de repetir en más ocasiones.
Vicente Marquina ha aseverado durante su charla que cerca del 90 por ciento de
los jóvenes buscan la aceptación social consumiendo alcohol.
A corto plazo la sustancia interfiere en el desarrollo de la
personalidad, impidiéndola. A largo plazo, el consumo de alcohol tiene innumerables
consecuencias negativas, físicas, psíquicas y sociales. Marquina ha querido
dejar claro que hay una evidencia cierta entre consumo del alcohol y acoso
escolar, accidentes de tráfico, violaciones, embarazos no deseados o
enfermedades de trasmisión sexual.
La familia es otros de los aspectos que Vicente Marquina ha
abordado. El ponente ha señalado que puede ser causa del consumo o factor de
protección, aseverando que una autoestima alta implica un menor consumo de
alcohol. Ha aclarado que el apoyo familiar debe venir cuando se cosechan
fracasos o se tiene problemas, no cuando todo sale bien. También ha advertido
de que si el adolescente o joven no encuentra el apoyo que necesita en su
círculo familiar lo va a buscar en sus amigos.
La prevención ha sido la última parte de la charla. Para afrontarla
hay que entender al joven individualmente, teniendo en cuenta su familia, la
sociedad a la que pertenece o la ciudad donde vive. Para llevar a cabo la
prevención es necesario el trabajo y la constancia de los voluntarios, ha
aseverado, que trabajan desinteresadamente. Es necesaria una actuación
multidisciplinar trabajando a nivel político, social histórico y cultural. Por
último ha advertido de una nueva circunstancia que influye negativamente en el
consumo, las redes sociales y determinados “influencers”.
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Lunes, 6 de Mayo del 2024
Domingo, 5 de Mayo del 2024
Lunes, 6 de Mayo del 2024