Hace algo más de un año una conductora, que dio positivo en el control de alcoholemia y en el test de drogas, mataba a 3 ciclistas en la localidad valenciana de Oliva. Además otros dos ciclistas tenían que ser ingresados en estado grave. Aquel trágico suceso disparó las alarmas sobre una lacra que no acaba de erradicarse. Raro es el fin de semana que no hay noticias de atropellos a ciclistas en la carreteras españolas y las de Castilla-La Mancha no son una excepción. En Tomelloso, ciudad que cultiva una gran afición por la bicicleta, hemos recabado la opinión de practicantes y personas relacionadas con el ciclismo sobre este grave problema.
Sebastián Gómez, técnico del área Municipal de Deportes, sostiene que “la coincidencia en las primeras horas del domingo, de ciclistas que salen temprano y coches que vuelven tarde de fiestas, a veces algo pasado de alcohol y drogas, suele ser fatal. Es un coctel explosivo que muchas veces acaba trágicamente”. Gómez también achaca el problema a “la falta de estructura, con arcenes inexistentes o demasiado estrechos en muchas carreteras. Lo ideal sería establecer alguna separación física, con alguna barrera o bordillo, algo que lógicamente exige una inversión importante, pero poco a poco se podría ir haciendo, sobre todo en las carreteras por donde más transitan los ciclistas”.
Un gran aficionado a la bicicleta como es Ángel Morales Ropero argumenta que “ir en grupos demasiado numerosos suele ser muy contraproducente, porque suele haber piques y espíritu de competición que les hace ir a rueda y así es fácil que les sorprenda algún vehículo”. Reconoce Morales que “en la mayoría de los casos, los conductores no respetan a la parte más débil que son los ciclistas” y al igual que el primer entrevistado, Ángel Morales, aboga por carriles bici o arcenes más anchos”. También considera una imprudencia esos ciclistas que suelen ir distraídos oyendo música con cascos o hablando con otro. Cuando se va en la carretera hay que ir con los cinco sentidos por delante”.
Otro practicante de la bici es Jesús Carrasco que reconoce tener miedo cuando sale a la carretera, “y por eso me he hecho ciclista de caminos que es mucho más seguro. En la carretera te la juegas porque existe muy poca concienciación de los conductores que adelantan sin respetar la distancia legal, te rozan, y algunos casi ni se enteran. En cambio, el que es ciclista, cuando va en un coche, adopta todas las precauciones y deja mucha distancia a la hora de adelantar”. Carrasco asegura que “en los medios de comunicación aparecen los casos más graves, cuando hay muertes y demás, pero atropellos hay muchos más”.
Siempre es importante recabar la opinión de un maestro del ciclismo como Francisco Cerezo, profesional durante once temporadas, y actual seleccionador español en la categoría, junior. “El problema es complicado y suelen existir errores en las dos partes, conductores de vehículos y ciclistas. Quizá lo peor es que atropellar a un ciclista sale muy barato, los castigos no son demasiado severos y habría que endurecer mucho más las sanciones”. Al mismo tiempo, Cerezo sostiene que falta estructura. “Acabo de venir de la Repúblic Checa y he visto muchas carreteras con carriles bici. Por otro lado, los arcenes tienen que ser mayores y mejorar mucho en la señalización, sobre todo en las carreteras que más circundan los ciclistas”.
Pablo Carretero, en su triple condición de Policía, árbitro de ciclismo y colaborador de prensa, también realiza una valiosa aportación. “Es muy poco el espacio que tienen que compartir coches, camiones y ciclistas. Son esenciales arcenes más anchos, circular con mayor precaución y respeto y que los grupos no sean numerosos. Con el viento se forman abanicos que pueden ser carne de cañón".
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Domingo, 10 de Noviembre del 2024
Sábado, 9 de Noviembre del 2024