Opinión

El parque Urbano Martínez, carta de Talía Nieto

Cartas a La Voz | Lunes, 10 de Septiembre del 2018
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En mi pueblo hay un parque precioso. Tiene mesas y bancos, tiene fuentes, tiene columpios, tiene árboles y rosas, tiene tinajas y hasta un quiosco de música que parece de cuento y un gran teatro al lado.

Es un parque que debería estar siempre a rebosar de niños y mayores y que podría acoger actividades cada semana.

Este parque se llama Urbano Martínez por un alcalde de Tomelloso del que, la verdad, creo que no sabemos mucho, a pesar de que fundó el Partido Socialista del municipio, partido que lleva casi cuatro años gobernando en esta localidad.

Y es verdad que el equipo de gobierno mostró interés al principio por el parque, de hecho, si buscas en Google te encuentras con una foto de dos concejales posando orgullosos delante del templete recién restaurado. Además han programado algún concierto, actividades infantiles y... Y ya.

Pues bien, esta feria fui con mi hijo a disfrutar del multideporte y del teatro y me encontré un parque sucio, abandonado, con farolas rotas, fuentes apagadas, pintadas en las paredes y con el templete manchado de negro.

¿Cómo es posible que un parque tan bonito esté en ese estado?

(Y en otra carta explicaré lo que nos encontramos al ir a ver la obra de teatro que no quisiera mezclar temas).

Espero que en los meses que quedan de legislatura el equipo de gobierno programe multitud actividades para todos los tomelloseros en este parque. Y espero también que se arreglen todos los desperfectos y que esté limpio y cuidado.

Sobre las actividades, ¿por qué no programar, entre otras cosas, en el quiosco de música los conciertos de la Asociación Pro-música Guillermo González? Incluyendo el de feria. O cine de verano, de otoño y de primavera y actividades infantiles durante todo el año, visitas escolares, concursos de pintura rápida, talleres... ¿de yoga? ¿de baile? Degustaciones gastronómicas, campeonatos y clases de ajedrez (hay unas mesas con tableros de ajedrez que están hechas polvo), conciertos a la luz de las velas en verano, recitales de poesía, mercadillos... Y para los jóvenes, ¿por qué no son los encargados de decorar las paredes en una jornada de graffitis?

Muchas de las actividades que se pueden hacer en el parque ni siquiera implican una gran inversión económica, solo un poco de imaginación y, eso sí, trabajo.

Incluso podrían hacer en el templete la recepción a los premiados y el mantenedor de la Fiesta de las Letras. Hay muchas ventajas: está al lado del teatro, se ahorra un viaje en autobús y las fotos serían más bonitas que en la sala Francisco Carretero.

Cuando vi el estado del parque sentí vergüenza, espero sentirme orgullosa la próxima vez que lo visite. Por favor, llenad el parque de vida, hacedlo por todos los tomelloseros y por la memoria de Urbano Martínez.

Talía Nieto Hernández

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