Como viene siendo habitual, el final del curso del Taller Creativo de Neocentro es una explosión de color y creatividad. Los alumnos y la profesora estaban este viernes como unas castañuelas y no es para menos, ya que han expuesto una muestra de los trabajos llevados a cabo en el último curso en Loft Afternoon Lounge de Tomelloso. El local estaba repleto de los incipientes artistas y sus familiares y amigos que han ido a admirar la exposición.

El que acaba es el tercer taller que Nazareth Rodrigo ha impartido en Neocentro con la asistencia de 28 chicos y chicas, de cuatro a quince años. El taller se da una vez a la semana, en dos turnos, los miércoles y los viernes  “queremos que sea una vía de escape a sus rutinas y que sea un momento de aprendizaje, por supuesto, pero también de despeje y de diversión”

La profesora explicaba que es el tercer año que Neocentro lleva a cabo el Taller Creativo, enfocado a todas las edades. “Lo interesante es que intentamos que ellos investiguen, prueben muchas técnicas y soportes diferentes, que se lo pasen muy bien y sean los protagonistas de este proceso de aprendizaje y de descubrimiento”, manifestaba Nazarteh Rodrigo.

El Taller Creativo sirve para que los alumnos “obtengan más seguridad en sí mismos, aumente su autoconfianza y tengan un concepto más elevado de ellos”. Además, la profesora les refuerza positivamente “cada una es artista a su manera y no me gusta encasillarlos en nada”. Es cierto que cada uno tiene un talento, explicaba Rodrigo, “pero a mí me encanta que sean conscientes de que cada uno es único y que eso lo proyecten en cualquier ámbito de su vida”. En ese sentido, señalaba que le alegra mucho cuando las familias le refieren que gracias al taller han mejorado en el cole “en limpieza del cuaderno o en la lateralidad. Es verdad que se puede trasladar a la mejora de otras habilidades”.

Hemos querido que sean los propios alumnos los que nos cuenten su experiencia en el taller. La más atrevida ha sido Valle, que ha sido la primera en hablar, asegura que el curso ha sido genial y que “ojalá y lo pueda hacer todos los años porque me encanta. Pintura es lo mejor que hay en el mundo”. Valle —que es su primer año en el taller— ha expuesto un florero y ropa tendida. Alba tiene cinco años y le ha gustado mucho el curso, ha expuesto una niña con flores y un robot; tiene muy claro que va a seguir pintando.

Bruno tiene ocho años, también es su primer año en el taller. El curso le ha parecido “muy chulo” y le ha gustado “todo”. Cuelga en la exposición un autorretrato y un lienzo con paletas. Javier, de once años, nos confiesa que es su primer año, que al principio le costó, pero que ha ido adaptándose y está muy contento. Expone un cuadro de los “Minions”, “Banana” de Fortnite y figuras de plastilina.

A Celia le ha gustado mucho el Taller, tiene diez años y es su primer curso. Se lo ha pasado muy bien “se desarrolla la creatividad y se mejora pintando”. Le gustan los paisajes y los retratos y, como todos, usa todas las técnicas y soportes. Cuelga dos paisajes en la exposición. Silvia tiene cinco años y es su primer curso, le gusta pintar paisajes y casas, nos cuenta, y a la muestra ha llevado un corazón y flores.

Candela lleva tres años en el Taller, tiene nueve años y nos cuenta que le gusta mucho “dibujar cosas de colores y paisajes”. Ha expuesto un cuadro cubista y otro pop art, nos cuenta. Carmen tiene 10 años y lleva cinco años con Nazareth, le gusta mucho el arte y pinta de todo “paisajes, animales, lo que veo”. Ha expuesto dos cuadros, uno de luces y sombras y otro impresionista.  Jorge tiene ocho años, es su primer año y piensa repetir, ha expuesto un dragón y “una cosa de Lego”.

Hasta el 31 de julio se pueden admirar en Loft Afternoon Lounge las obras de estos grandes artistas.