CCOO Castilla-La Mancha advierte que el 2018 ha sido un mal año para los salarios en Castilla-La Mancha con un descenso del 1,4%, que ha roto la tendencia alcista de años anteriores. Cuando hablamos de salarios bajos ya de partida, la noticia de un descenso es aún más preocupante. El sindicato espera que los resultados de 2019 sean mejores por el impacto de medidas como la subida del SMI.

La secretaria regional de Empleo y Políticas Sociales de CCOO, María Ángeles Castellanos, señala que el tamaño de la empresa y el sector en el que desarrolla su actividad son factores determinantes del nivel salarial. "Las empresas más pequeñas y las del sector Servicios son las que presentan costes laborales y salarios más bajos y son precisamente estas empresas en las que se sustenta buena parte del tejido económico de Castilla-La Mancha", ha indicado en nota de prensa.

"Cambiar el tamaño de las empresas en un plazo corto es algo muy complejo y puede que imposible para una realidad rural como la de Castilla-La Mancha, pero se puede avanzar en mejoras salariales que hagan partícipes a quienes trabajan en estas empresas de los beneficios que las mismas alcanzan", ha añadido.

Además, afirma que es necesario avanzar en un modelo productivo de más valor añadido, que aproveche las ventajas que supone la tecnología, poniendo en el centro a las personas y que aproveche las ventajas competitivas que ofrecen los municipios de la región, dando además cobertura a las necesidades que estos tienen de manera que se consiga asentar población con crecimiento económico y con empleo de calidad.

CCOO considera que estos objetivos son posibles si se fijan en el horizonte como prioritarios y las políticas públicas se dirigen hacia ellos. En este sentido, además de hacer un buen diseño de estas políticas hace falta mejorar la cultura evaluativa para corregir lo que no funciona y adaptarse a los posibles cambios.

Descenso del salario bruto

El salario bruto anual bajó en Castilla-La Mancha un 1,4% en 2018 respecto al año anterior, hasta situarse en los 20.136,18 euros, según la Encuesta Anual de Coste Laboral elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

De su lado, el coste neto por trabajador en la Comunidad Autónoma castellano-manchega se situó en 27.350 euros en 2018, lo que supone una bajada del 0,2% respecto al año anterior.

Por comunidades autónomas, el mayor coste neto por trabajador siguió registrándose en País Vasco (36.584,2 euros) y Madrid (36.562,2 euros), seguidas de Navarra (33.615,9 euros), Cataluña (32.922,3 euros) y Asturias (31.330 euros), todas ellas por encima del promedio nacional.

Ya por debajo de la media (30.883,4 euros) se situaron Baleares (30.108,4 euros), Cantabria (29.653,7 euros), Aragón (29.499,1 euros) y La Rioja (28.110,5 euros).

Cierran la lista Castilla y León (27.934 euros), Galicia (27.802,7 euros), Comunidad Valenciana (27.515,1 euros), Castilla-La Mancha (27.350 euros), Murcia (27.168 euros), Andalucía (27.140 euros), Canarias (26.479 euros) y Extremadura (24.951 euros).

Según el INE, Madrid y País Vasco fueron las comunidades con mayores salarios y gastos más altos en beneficios sociales. Por su parte, las mayores indemnizaciones por despido se dieron en Madrid y Asturias, mientras que Madrid y Cataluña fueron las que más invirtieron en formación profesional.

El coste laboral neto subió en 2018 en 13 comunidades, especialmente en Baleares (+3,4%) y País Vasco (+2,9%), y bajó en cuatro: Andalucía (-0,9%), La Rioja (-0,5%), Castilla-La Mancha (-0,2%) y Comunidad Valenciana (-0,1%).