La peste desapareció simplemente con quitar la maldición que recayó durante siglos sobre el gato. Una maldición infundida por algún iluminado, simplemente por ser un animal que no se deja dominar. El gato, dejado en libertad controlaba la población de ratas que eran quienes propagaban la peste negra por una pulguita que a ellas no les afectaba paro a los humanos los mataba. Más tarde aparecieron los antivirales, antibióticos, analgésicos etc… todas estas medidas vienen de la mano de la ciencia y la medicina.

Hoy tenemos una Pandemia que, por lo que sea, no se sabe bien realmente de donde viene y que consecuencias tendrá a largo plazo, ni que secuelas quedaran en quien la ha padecido.  En Europa la sufrimos con la obligación de quedarnos en casa y recurriendo a la sanidad pública en caso de ser necesaria. Los que nos encontramos en peores condiciones confiamos en los recursos de los estados para que se garanticen los medios mínimos para una supervivencia más o menos digna. Es muy triste que no se pueda velar a los que mueren, por esta causa o no, no se puede celebrar ni una misa y suerte tienen los que al menos cuando llegan al cementerio tienen un responso por el cura que los va acompañar a los más íntimos. Insisto, ya es una situación muy triste no poder ir a acompañar a nuestros amigos en ese momento y aunque no hay consuelo, pero por lo menos acompañarlos, abrazarlos y que no se sientan solos.

No todo el mundo es Europa, la mayoría de la población mundial el sustento de mañana depende de lo que hagas hoy.  Por ejemplo, ¿cómo se puede ocurrir a iluminados como Netanyahu, por ejemplo, decretar una semana de confinamiento? ¿Cuánta gente en esos países se puede permitir una semana encerrados en una casa sin recursos ni posibilidades? ¿Quién se va a encargar de suministrar lo necesario a esos millones del familias de los países del sur? Están condenados a sufrir las consecuencias del coronavirus, sin más remedio, ¿Cuánto tardará el virus en retornar a los países del norte? Probablemente para entonces ya tengamos la vacuna y se quedará en los países del sur haciendo estragos, pero ya para nosotros no será un problema.

Esto pasará, sin duda, con consecuencias más o menos admisibles, pero ¿qué aprenderemos de esta experiencia? Probablemente a nivel individual algo aprendamos, respeto por los servidores públicos, apreciar la libertad que creíamos infinita y poco más quedará dentro de un año, como sociedad no creo que aprendamos nada.

Amigos todos, yo sé que esta experiencia a nivel personal será fructífera, pero de nosotros como sociedad depende que cambien las cosas de ahora en adelante. Mientras que traguemos con gobernantes corruptos, futbolistas macromillonarios y tertulianos casposos muchísimo mejor pagados que los médicos y científicos, sueldos de trabajadores miserables y la frase de   -la quiere con IVA o sin IVA- poco vamos a adelantar. Que el espíritu de la solidaridad, del buen hacer y el resistiré quede en nosotros y nos haga mejores, pero eso no es cosa de los políticos, es como nuestra.