Como saben nuestros lectores, Ascensión Palomino dejó elHospital de Tomelloso de una forma espectacular, con un baile y mucha alegría. Ya han pasado unos días y hemos querido conocer la experiencia de Ascensión con el Covid-19. Su gratitud hacía el personal sanitario es la constante de toda la entrevista.

Ascensión Palomino llegó el 6 de abril a Urgencias del Hospital de Tomelloso, el 7 por la noche «me pasaron a planta». Se encontraba enferma desde el 26 de marzo y, como tantos «tampoco le daba mucha importancia», tenía algo de tos y tomaba paracetamol «con la mala suerte de que a mi marido el día 30 le dio un ictus, una circunstancia que complicó mucho las cosas». El 6 de abril no se encontraba bien «y gracias al neurólogo de Brígido, mi marido, que me aconsejó que fuese al Hospital. Esa noche me ingresaron».

Ascensión destaca el exquisito trato que recibió en el Hospital de Tomelloso «me han tratado fenomenal». En ese sentido me cuenta una anécdota, un tierno episodio que ocurrió con un compañero de Urgencias y que Asunción me pide que no desvele en el que, por encima de todo, recalca el cariño, la dulzura y el trato del personal sanitario para con ese paciente y todos los de urgencias.

Nuestra entrevistada solo tiene palabras de agradecimiento por las atenciones recibidas «en la planta fue todo igual, desde las limpiadoras, a las que estoy agradecidísima, que incluso me desinfectaban el móvil». En cuanto Ascensión pudo hablar «hablaba con ellas y me contaban sus dramas familiares, que también tenían».

«He mantenido una relación muy buena con enfermeras, auxiliares, celadores, todos han sido fantásticos», continúa relatando.  Pasó por unos días complicados, con fiebre y sin poder hablar «yo era como un muñeco y todo el personal me trataba con mucho mimo. Les estoy eternamente agradecida».

Asegura Ascensión que «creo que he desgastado la palabra gracias». Desde la que le pedía perdón por hacerle daño al buscarle una vía, hasta la que entraba cantando a llevar la comida «todos y todas han sido muy amables y generosos. Para mí han sido fantásticas». Recuerda que cuando le dieron el alta y ante de salir de la habitación le pusieron por megafonía “Cuando un amigo se va”.

Gracias es la palabra más repetida de la entrevista, también agradece al «doctor Jesús González, el internista fabuloso que me tocó, que me decía siempre la verdad y que estaba muy preocupado por saber de donde venía la fiebre que tenía. Se alegró muchísimo cuando las cosas se fueron arreglando».  A Ascensión le fastidia no acordarse de los nombres de «tantas y tantas personas que pasaron por mi habitación, había muchas María José, Paqui, había personal de Tomelloso, de La Solana, otras eran de Alcázar, de Argamasilla, de Granada, de Córdoba. Cada uno con su carácter… No quiero decir nombres porque estoy segura que me voy a dejar a mucha gente».

Y cuando nuestra protagonista abandonó el hospital fue la bomba «bueno, bueno, ese día tuve dos grandes noticias. Que me daban el alta y a Brígido lo trasladaban a un centro especializado en rehabilitación neurológica que está en Navalcarnero».  Ascensión sabía desde el mediodía del 23 de abril que le daban el alta «pero no quise decir nada porque mi hija Sara tenía una exposición». Desde que su supo, todo el día estuvieron despidiéndose, las limpiadoras, las auxiliares «o enfermeras que no iban a estar por la tarde cuando me fuera».

A Ascensión fue a recogerla una amiga, antes de que llegara estuvo hablando con las sanitarias y, en broma les pidió que la grabasen en vídeo «porque mi hermana Gema no se cree que he estado ingresada». Asegura que Gema ha sido «fundamental para mantener mi estado de ánimo, no ha dejado en ningún momento de animarme, incluso en los mejores momentos».

Las hermanas tienen la canción “Espectacular” de Fangoria como un himno «tanto para lo bueno como lo malo. Por eso, en el vídeo cantaba esa canción, como un guiño a mi hermana. Estaba muy excitada y muy nerviosa. Fue muy emotiva la despedida».

«Se merecen tener buenos sueldos y mejores condiciones de trabajo», manifiesta Ascensión para acabar la entrevista.