Bodegas Dinastía es una empresa centenaria de Tomelloso en la que varias generaciones de bodegueros se han aplicado en la búsqueda de innovación, combinándola sabiamente con la tradición en la elaboración de sus productos. Un trabajo minucioso y exigente que ha dado como resultado vinagres, aceites y vinos de la máxima calidad, muy apreciados por los consumidores. Con una capacidad de almacenamiento superior a 15.000.000 de litros y una producción diaria de 100.000 botellas, en Bodegas Dinastía están sobradamente preparados para atender a los retos que plantea un mercado cada vez más competitivo y exigente. 

Sergio Blanco, responsable de producción, ha atendido solícito nuestra llamada. Protagonista muchas veces en materia deportiva, hoy le toca hablar desde el prisma económico, de su profesión de cada día, a la que se entrega en cuerpo y alma, igual que dirigiendo a sus pupilas del voleibol. Al fin y al cabo,cuando alguien tiene valía la puede demostrar en distintos terrenos.

-¿Cómo han sido para Bodegas Dinastía estos casi tres mes de confinamiento?

-No hemos parado. Hemos seguido fabricando vinagre y aceite ante la creciente demanda de los supermercados a los que servimos. Nuestra actividad se ha alterado, pero para acelerarse no para ralentizarse. En una circunstancias tan excepcionales no podíamos fallar a nuestros clientes. Los meses de marzo y abril fueron de locura, pero hemos respondido bien.

-¿Costará recuperar el pulso normal después de esta crisis sanitaria y económica que nadie esperaba?

-Sinceramente pienso que sí. Costará volver  a la normalidad. Creo que los modelos de consumo van a cambiar sustancialmente. Se comprará menos, pero buscando más la calidad.

-Se están anunciando muchas medidas para reactivar la economía por parte de las distintas administraciones, ¿Qué opinión le merecen?

-Creo que las medidas que se han ido tomando de tipo fiscal, los ERTEs, las líneas de crédito ICO, ayudas ...han ido encaminadas a la supervivencia de las pymes que, al fin y al cabo, son las que generan un porcentaje más alto de puestos de trabajo, no solo en el sector agroalimentario, sino del conjunto de la economía en la general. Muchas empresas se han podido agarrar a estas ayudas y evitar el cierre.

-Hay quien dice que las cosas ya no serán igual, ¿cree que esto se puede aplicar también a la economía?

-Como antes decía, los hábitos de consumo van a cambiar. El camino a la normalidad no será fácil. Hay gente que tiene miedo a la restauración y optará por quedarse en casa. La gente pensará mucho más detenidamente en qué gastarse su dinero. Creo que vamos a ser testigos de una postura de las familias mucho más ahorrativa y racional a la hora de consumir. 

-En Bodegas Dinastía han realizado una apuesta fuerte por productos diversos, ¿cómo marchan las cosas?

-Hemos planteado una estrategia de reducir el margen de beneficios, compensándola con el incremento de ventas. Nosotros tenemos dos líneas de productos, una de líndea gourmet y otra más económica. En las circunstancias que estamos viviendo han funcionado mejor lo productos económicos. Otras empresa han optado por otras estrategias y otras han optado directamente por cerrar, pero nosotros apostamos por unos precios más competitivos que creo que nos han dado un buen resultado.

-En Bodegas Dinastía no se para de emprender ¿Trabajan en algún nuevo proyecto?

-Queremos seguir ampliando nuestro abanico de productos, siempre partiendo de las demandas que nos plantean nuestros clientes. Una de ellas serán las monodosis de aceite para la hostelería en las que ya estamos trabajando.

-No hace mucho sacaron al mercado también un producto herbicida, Bioempe, ¿cómo está funcionando?

-Muy bien, las ventas van creciendo y la gente lo sabe usar adecuadamente. También ha habido un repunte importante del vinagre como producto de limpieza, dada su eficacia a la hora de desinfectar.

-¿Cuál es la conclusión más clara que saca de todo esto?

-La generosidad de empresas como la nuestra que, con las debidas condiciones de seguridad, no hemos dejado de trabajar. Hemos estado ahí, al pie del cañón, para servir a nuestros clientes y a todos los ciudadanos.