Mucho podríamos escribir, decir, explicar a los lectores de la brillante y humanística biografía de Blas Camacho Zancada, caballero que, en 2012, participó como Defensor en el XIV Juicio Crítico Literario. Acto que los Académicos de la Argamasilla solemos organizar para nombrar Académico de Honor a personalidades de la cultura y de cualquier campo del saber. En aquel caso el Encausado era el también entrañable amigo don Valentín Arteaga Sánchez-Guijaldo, entonces Prepósito General de los Teatinos en Roma, y siempre poeta y escritor brillante y lleno de galones humanos e intelectuales. Compuso el alegato del Fiscal, en aquel famoso Juicio Crítico, Jaime Quevedo Soubriet, director entonces del Periódico del Común de la Mancha, promotor asimismo de numerosas publicaciones de libros y ahora director en Madrid de una importante empresa. Dirigió tan solemne Juicio Crítico, el Juez del Distrito número uno de Granada, Emilio Calatayud Maldonado, al que cualquier adjetivo laudatorio que le pongamos  o digamos sobre su también extraordinarias cualidades, no harían justicia a su bien ganada fama  como intelectual, conferenciante y jurista internacional.  

Pero como se nos urge brevedad y claridad, tan sólo anotaremos que el Sr. Camacho Zancada, aparte de tener sus puntas de “cervantista” era un consumado Quijote: véase sino el periplo vital de este tomellosero nacido en fecha señalada como santa en el calendario; pues lo hizo en la ciudad que tiene por insignia principal un tomillo y como riqueza vital las viñas, un 24 de Diciembre: recién terminada la contienda civil.

Casado con la señora María Cruz González Casalengua, ha disfrutado de seis hijos y catorce nietos; bagaje importante para un hombre educado con “los carmelitas” de Tomelloso y formado intelectualmente en la Universidad Deusto (Navarra) con la licenciatura en Derecho;  en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid; diplomado en Derecho Internacional por la Universidad de Estrasburgo y, además, miembro del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid.

Su ejercicio disciplinar lo desempeñó desde 1962 en España y desde 1986 en la Unión Europea, con despacho profesional en Madrid, Ciudad Real, Bruselas, Montevideo y Sydney. Por todo ello, que fuera políglota, dominara además del español, inglés y francés, era necesidad perentoria; porque ya dijo don Quijote: “que una golondrina sola no hace verano"[1].

Pero permítasenos que digamos, que no sólo su carrera profesional lo llevó a ser un adelantado de su tiempo, sino que su carácter: tan abierto y dialogante como serio y riguroso en el quehacer de ir poniendo los hitos de una sociedad más plural y demócrata en nuestro País y en Europa, lo llevó a formar, con un grupo de amigos, 1974, el Grupo Tácito de pensamiento, que contribuyó a diseñar la transición política de España.

            Miembro fundador de la Unión de Centro Democrático (UCD) en 1977, diputado a Cortes Constituyentes por dicho partido en la provincia de Ciudad Real (1977), fue reelegido diputado en la primera legislatura (1979) y nombrado portavoz  en el Congreso de los Diputados y Secretario General del Grupo Parlamentario de UCD en las Cortes Constituyentes (1977–1979). Sus cualidades no pasaron desapercibidas para el entonces Presidente del Gobierno Adolfo Suárez, pues éste lo nombró Subsecretario de Mercado Interior en el primer Gobierno Constitucional (1979-1981).

Pero aún no hemos terminado de reseñar su esmerada biografía, merecedora del segundo apellido sobradamente; que ya saben es Zancada, acepción que, según la Real Academia Española, significa ponderar la brevedad en llegar a un sitio. Tal que le ocurrió a Blas Camacho;  pues siendo Presidente de UCD de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, se le nombró Miembro del primer Consejo Regional y de las Cortes de nuestra Región.

Asimismo como no hay dos sin tres, siguió ejerciendo como Diputado en las Cortes españolas en la tercera y cuarta legislatura, representando a su partido como Portavoz de las Comisiones Europeas y de Industria, siendo nombrado, en este caso, Presidente de la Comisión Nacional de Industria por el Partido Popular.

            Indudablemente que su carácter dialogante lo ha hecho digno merecedor de ir consolidando una personalidad incardinada con la ética y la justicia; valores, que unidos a su talante y talento lo han llevado a valorar la libertad, como lo hacía don Quijote; porque la libertad, en palabras del Caballero de la Triste Figura: “Es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres”[2].

            No es, pues, de extrañar que fuera miembro de la Orden al Mérito Constitucional y que por otro lado, y por su popularidad, fuera nombrado en 1977 Socio de Honor de la Casa de Castilla La Mancha en Madrid. Tampoco nos extraña, que fuera el fundador de la Fundación Cultural de Castilla-La Mancha, promotora de Cursos de arte, pintura, escultura y restauración de monumentos en el ámbito geográfico de nuestra Comunidad Autónoma y en  Madrid. Y que la Asociación de AFAS (Asociación de Familiares y Amigos de Personas con Discapacidad), que tiene sede en Tomelloso. el 11 de marzo de 1982, lo nombraran Socio de Honor, por su total implicación en un proyecto realmente importante y social para numerosas familias manchegas.

            Creador, asimismo, de CIVES, Asociación sin ánimo de lucro de derecho belga, editora de la Revista El Sol de Bélgica y otras revistas y publicaciones de ámbito europeo, era también miembro de la Junta Rectora de WWF-ADENA; ONG con múltiples actividades en España y en todo el mundo para promoción y conservación de la naturaleza.         

Además era presidente de Cooperación Internacional, ONG que se dedica a la promoción de los valores de la solidaridad, la cultura y la libertad en la juventud, con múltiples actividades dentro y fuera de España, en particular, en países del tercer mundo. Hay que sumar, además, a tan ingente trabajo, las múltiples actividades culturales desarrolladas por Blas Camacho en la restauración de obras de arte y edificios históricos y artísticos.

Y como cada uno es hijo de sus obras, aún le quedó tiempo para escribir libros y artículos en diversas publicaciones: diarios y revistas especializados; y colaborar intensamente como miembro del Patronato de la Obra Pía y de los Santos Lugares de Jerusalén.

            Amante de su pueblo, vinculado emocionalmente y generosamente a todos los proyectos de Tomelloso, ha sido durante muchos años el Vicepostulador de la Causa de Canonización de Ismael de Tomelloso: joven del que seguiremos oyendo hablar mucho y bien; y Presidente fundador de la Asociación para la Canonización y Beatificación de este Siervo de Dios; que será nombrado Santo  para Tomelloso y todo el mundo, gracias al empeño de un nutrido grupo de tomelloseros, a los que pertenecía y dirigió con acierto Blas Camacho Zancada.

Causa para la que se sigue trabajando desde la discreción y el silencio. “In silentio”, fue el título de la biografía que escribió Blas Camacho para dar a conocer la entrega y humildad de Ismael Molinero  Novillo, expandiendo el nombre de tan singular y excepcional joven, y a la par el de Tomelloso,  en Polonia, Portugal, Francia y países americanos. Ahora, ya lo hemos comentado, esta obra continúa en el generoso trabajo que lleva a cabo la actual Directiva  de  la Causa del que ya es Siervo de Dios, siendo el presidente de tan altruista asociación el doctor Joaquín Navajas Jiménez y la Secretaria la poeta y escritora Natividad Cepeda.

            Esta es, a grandes rasgos, la figura y personalidad de Blas Camacho Zancada, un tomellosero que ha sumado a su ciudad y a nuestra Región y País durante toda su vida:  entrega, generosidad, trabajo, entusiasmo, solidaridad, y, por medio de sus cualidades y calidades, cercanía y amistad. Un manchego creyente en la luz de Dios y en su mensaje evangélico. Descanse en Paz.