En esta nueva entra de Soleras de Tomelloso nos vamos a
detener en dos emblemáticas bodegas de nuestra ciudad, la de Valentín Casajuana
y la de Dionisio Martínez.
Pero antes, vamos a glosar la postal que ilustra el
artículo. Como en el anterior capítulo, corresponde también a la bodega de Juan
Cuesta. El ella se ve el patio de la industria con los dueños y trabajadores.
Al hilo de la misma voy a relatar una curiosa anécdota.
La bodega de Cuesta estaba situada a unos 200 metros de la
estación de ferrocarril. El día 7 de septiembre de 1942, por ese medio de transporte
procedente de Valencia, llegó a Tomelloso la imagen de nuestra patrona, la
Virgen de las Viñas. La imagen se trasladó de la estación a la bodega de Juan
Cuesta y se guardó en una habitación. Allí fue vestida y adornada por Vicenta
Moreno Luján y su hija Vicenta, hermana y sobrina del párroco de la Asunción,
Agustín Moreno Luján. De ese sacerdote, como saben nuestros lectores, surgió la
idea de tener nuestra propia patrona.
Don Agustín no quería ponerle pendientes a la imagen, sin embargo,
su hermana Vicenta y Julián Martínez Arias, que era de profesión carretero y
miembro de la directiva de la Hermandad, le hicieron a escondidas los agujeros y
le colocaron los zarcillos de la propia Vicenta Moreno.
La imagen de la Virgen de las Viñas permaneció en la bodega
de Juan Cuesta hasta última hora de la tarde del 10 de septiembre de 1942,
primer día de feria por aquellos entonces. La Virgen salió de la bodega en
procesión que recorrió el Paseo de Ramón Ugena y la calle Don Víctor hasta
llegar a la plaza de España. La Patrona de Tomelloso fue colocada frente a la
casa consistorial y la recibió el alcalde, Abelardo Contento.
Tras este inciso, continuó con las bodegas señaladas. La de
Dionisio Martínez López fue una de las primeras que empezó a fabricar vino
Málaga y vermut. Era conocida por Bodegas San Fernando y estaba situada en el
103 de la calle Socuéllamos. Con exactitud no puedo precisar la fecha de su
cierre, aunque calculo que pudo ser al principio del siglo XX ya que en el
solar que ocupaba se instaló en 1908 el primer instituto de Tomelloso.
Con respecto a la bodega de Valentín Casajuana, he de
señalar que sus soleras eran de 1892. Solo embotelló coñac, que tengamos
constancia. Principalmente era fabricante de alcohol y holandas y exportador de
vino de sus propios viñedos. Casajuana elaboraba más de 200.000 arrobas de vino
al año.
Tenía dos bodegas, una en la calle Socuéllamos, frente al
parque Urbano Martínez y la otra en la calle Veracruz, en los terrenos que
ocupa la calle Juan Pablo II. La empresa debió cerrar a mediados de la década
de 1970 aunque dejó de fabricar mucho antes.
En la próxima entrega de Soleras de Tomelloso nos
detendremos en la fábrica de José María Olmedo Perales.
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Miércoles, 30 de Octubre del 2024
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