Investiga sobre la empresa, nombre, a que se dedican, producto estrella…

Trata de saber que perfil exacto buscan, características que puedan aparecer en la oferta y modifica el curriculum y la carta de presentación que envíes. Personalízala tanto como puedas. Todo suma.

Clientes potenciales o a que sector se enfocan a la hora de ofrecer sus servicios o productos, ayudarán claramente a mejorar tu candidatura.

Conoce la ubicación exacta y llega a tiempo a la entrevista. Lleva anotado el teléfono de contacto, la hora exacta de la entrevista y sobre todo, como se llama la persona.

Una vez que hayas llegado, tomate 5 minutos para repasar tu aspecto, si fumas cuida de tu aliento. Entra con un currículum a mano, así como una botella de agua por si la necesitas.

En la espera previa, visualiza tus posibles oponentes. No te vengas abajo, al contrario, juega tus mejores cartas y métete al entrevistador en el bolsillo.

Si se trata de una entrevista individual, mantén la mirada, templa los nervios y responde lo más acertadamente posible.

Si se trata de una entrevista grupal, evita ser líder al igual que pasar desapercibido. Intenta que tus intervenciones sean acertadas y dejar un buen sabor de boca.

En próximas semanas, hablaremos de los diferentes tipos de preguntas a la que nos podemos enfrentar y de las diferentes tipos de entrevistas dependiendo de la estructura que tenga.

Pero, sobre todo, lo que debes tener muy claro es que todas las entrevistas a las que te enfrentes, debes hacerlo con HONESTIDAD. Dicen que se pilla antes a un mentiroso que …  ¡¡ y qué gran verdad!!

Afrontar la situación con una sonrisa en la boca siempre ayuda. ¡¡Suerte!!!