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Descubriendo Tomelloso

Historia de la antigua plaza de toros de Tomelloso (II)

Ángel Martín-Fontecha | Jueves, 4 de Marzo del 2021

Durante años, la festividad del Corpus fue aprovechada en Tomelloso para la realización de festejos taurinos menores, mientras que los grandes carteles eran reservados para las fechas de la Feria y Fiestas. Teniendo en cuenta que las fechas de las fiestas no han sido fijas desde su origen, allá por 1860, hasta nuestros días. Así, el 3 de junio de 1915, los novilleros Alvarito y Cerecito deleitaron a los tomelloseros en un festejo que la crítica resumió en “lucido y bueno en general”.

El 17 de septiembre de ese año se llevó a cabo un gran festejo. Destaco aquí la crónica del mismo por su riqueza lingüística que es una clara evidencia del fervor que este tipo de acontecimientos despertaba en la España del momento. Viendo el relato observaremos que los cauces por los que se movía un espectáculo en aquellos tiempos diferían bastante de los actuales. No hay nada más que ver con qué naturalidad se comenta la muerte de dos de los caballos (jamelgo y penco), y los percances (caídas, puntazos...) que hubo.

Algunos matadores dejaron buena huella en la afición tomellosera por lo que eran asiduos en los festejos taurinos de la localidad. Es el caso de las actuaciones de Mazzantinito o de Manuel “Bienvenida” que fueron una constante en la segunda década del siglo XX.

Sin duda uno de los hechos taurinos de los inicios del siglo XX, y que hizo que el nombre de Tomelloso trascendiera en la prensa nacional, ocurrió En otro futuro ítulo de este libro se habla de la cogida del torero Machaquito en 1907, en la tarde del 17 de Septiembre de 1907, cuando se celebraba en Tomelloso una corrida de toros donde se lidiaban reses del ganadero Romualdo Jiménez, siendo los diestros que constituían el cartel Machaquito y Minuto. No fue esta una tarde apacible, ni mucho menos. En el segundo toro, el banderillero Camará fue herido gravemente y en el momento de los lances para preparar la muerte de ese mismo toro, el torero Machaquito también fue cogido por la res.

Rafael González Madrid, más conocido como Machaquito (nacido en Córdoba, el 2 de enero de 1880 y fallecido en la misma ciudad el 1 de noviembre de 1955) ha sido uno de los matadores de toros más importante de la historia de la tauromaquia. Mató su primer novillo a la edad de 16 de años en una capea junto a Rafael Molina Martínez "Lagartijo Chico", con quien posteriormente formó pareja dentro de la llamada "Cuadrilla de Jóvenes Cordobeses". Se presentó en Madrid el día 8 de septiembre de 1898, tomando su alternativa en la misma plaza el día 16 de septiembre de 1900 en la plaza de toros de Madrid, de manos de Emilio Torres "Bombita".

Durante la primera década del siglo XX, Machaquito compitió con "Bombita", hasta que la aparición de dos nuevos toreros como Vicente Pastor y sobre todo, Rafael "El Gallo", hizo que su fama decayera, hasta que se cortó la coleta sin previo aviso cinco días más tarde de la última corrida que protagonizó en la plaza de toros de Madrid, el día 16 de octubre de 1913, en la que dio la alternativa a Juan Belmonte. Su último toro correspondía al número 1.856 en el orden de los que, en 754 corridas, había estoqueado en su vida de matador. En su historial taurino se cuentan 17 percances, algunos de los cuales, como los sufridos en Tomelloso el 17 de septiembre de 1907, Palma de Mallorca el 4 de julio de 1909 y en Madrid el 26 de octubre de 1911, revistieron caracteres de gravedad. Machaquito es considerado uno de los cinco Califas del Toreo junto a Lagartijo, Guerrita, Manolete y El Cordobés.

El 19 de septiembre de 1907, dos días después de su cogida en Tomelloso, en el periódico ABC se publica el siguiente “INFORME TAURINO”:

Estado de Machaquito y Camará.

En el correo de Andalucía llegó ayer a Madrid el bravo matador de toros Rafael González, Machaquito, acompañado de toda su cuadrilla y, entre ésta, el aplaudido rehiletero Ricardo Luque, Camará, herido, como Machaquito, en la corrida que se celebró anteayer en Tomelloso.

En la estación esperaban a los diestros heridos algunos íntimos y el dueño de la antigua Cordobesa, D, Carlos Peña, que tenía convenientemente preparadas dos camillas para el traslado a la fonda de los mencionados toreros.

Con grandes cuidados fue bajado del tren Rafael González, que se quejaba de fuertes dolores en la región glútea, en los muslos y en la cabeza, y se le depositó en una camilla, conduciéndosele seguidamente y con las debidas precauciones, a la fonda en que se hospeda, (calle León 17 de Madrid).

El banderillero Camará marchó desde la estación a la fonda en el coche de los demás toreros.

“Poco después de entrar en la enfermería me enteré del que mismo toro que me había herido cogió también a Camará”.

El parte médico de las cogidas también queda reflejado en el citado artículo del ABC:

“Las heridas de Machaquito son: una cerca del ano, honda pero, afortunadamente, sin interesar el recto, y otra más profunda en la región glútea; ambas de pronóstico reservado.

La herida de Camará es mucho más grave. Este diestro fue empitonado por el brazo derecho, resultando con una herida penetrante de cuatro centímetros de extensión y ocho de profundidad, con grandes desgarramientos internos, teniendo al descubierto la arteria axilar”.

Se indicaba que ambos diestros, si no existían complicaciones, tardarían en curar treinta y cinco ó cuarenta días.

En la misma noticia se detallan las curas que ambos heridos recibieron por la tarde, diciendo que “el Dr. Zofío, después de lavar y reconocer las heridas (de Machaquito), vio que la situada en la parte superior del muslo daba una profundidad de diez centímetros y de seis centímetros la situada cerca del ano”.

Por último, en la noticia periodística se enumeran algunos telegramas de apoyo al diestro y el banderillero.

La corrida “del Tomelloso” era la número 60 de esa temporada para el matador Chamaquito. Le faltaban por torear, esa temporada, en España varios festejos: cuatro en Valladolid, uno en Logroño, otro en Córdoba, dos en Sevilla, una en Nimes y dos en Zaragoza. Se esperaba su recuperación para la feria de México que se iniciaría el 20 de octubre.

El 22 de septiembre, en el dominical Blanco y Negro (cuyo precio era de 30 céntimos) del periódico ABC, vuelve a reproducir casi íntegramente los detalles de la cogida de Machaquito en el coso tomellosero. Señal inequívoca de la repercusión de la noticia en el mundo taurino.