Bien es cierto que Javi Sánchez ha tenido varias ofertas de Segunda RFEF y que siempre ha querido esperar al Villarrubia, pero el descenso de categoría y un último tramo de temporada muy complicado han desgastado a un entrenador que a día de hoy sigue teniendo esa espinita clavada y que siempre se ha sentido en deuda con la afición. “La verdad es que me voy bastante tocado. Lo he madurado mucho, lo he reflexionado mucho y he decidido no continuar para coger aire fresco y renovarme por fuera y por dentro. Ha sido un año muy difícil y ya en frío, he decidido no renovar. Me siento fatal por el presidente, por Repi y por toda la familia del Formac Villarrubia que siempre me han brindado una confianza ciega y atípica en el mundo del fútbol. Sinceramente, creo que es lo mejor para ambas partes”, argumentaba Javi Sánchez.

Por su parte, el máximo mandatario de la entidad, José Luis Urda, aseguraba que “Javi siempre será uno más de nosotros. Pese a que no va a continuar, desde el club siempre le estaremos muy agradecido porque cogió al equipo en Tercera División y consiguió ilusionar a un pueblo con el histórico ascenso a Segunda B. Esto es fútbol y estas cosas pasan. No cabe otra cosa que desearle a Javi la mayor de las suertes en todos los aspectos de la vida. Desde hoy mismo estamos manos a la obra para construir un nuevo proyecto y buscar las piezas de este nuevo puzzle”.

Javi Sánchez ha estado tres temporadas al frente del Formac Villarrubia. Procedente del Mora, ascendió por la vía larga con el Formac Villarrubia a Segunda B y jugó Copa del Rey ante el Barakaldo. En la temporada de la pandemia, la liga cerró en el mes de marzo con el Villarrubia en la zona templada de la tabla y en plena línea ascendente. Esta temporada, la tercera consecutiva, la irregularidad en los resultados hizo que el cuadro blanquiazul cayera a la fase de permanencia y consumara el descenso a Tercera RFEF en Getafe.