Educa Futura. com y gesencoformación.com, un portal de formación on line ha profundizado en la obra de Javier Carrión. Lo ha hecho a través de una completa entrevista que se ha difundido en su web y redes sociales. Sus declaraciones vienen acompañadas de algunos de sus últimos trabajos. Esta es la entrevista que reproducimos por su interés y alto valor pedagógico.

Hablamos con Javier Carrión, un talentoso fotógrafo manchego que trabaja en diferentes líneas de trabajo (moda, arquitectura, retratismo) resolviendo con gran sensibilidad y creatividad cada uno de sus proyectos.

-¿Cómo comenzó su carrera en el mundo de la fotografía?

-Todo me ha ido llevando hacia la fotografía. De pequeño, en mi casa siempre ha habido cámaras, mis abuelos eran fotógrafos y mi primer juguete fue una cámara de fotos, de las de verdad. Luego comencé a estudiar, realicé una Licenciatura en Bellas Artes, y estuve unos años pintando e investigando otros terrenos… Pero también orienté la carrera a asignaturas de audiovisuales y en realidad, nunca dejé la fotografía. De hecho, ganó terreno a otros medios y técnicas que estudié, porque la fotografía me proporciona la inmediatez que quiero reflejar y es la técnica que mejor resuelve los objetivos que busco.

Desde hace diez años me dedico únicamente a ella, llegó un momento en el que dejé la docencia y otros trabajos que hacía, para dedicarme exclusivamente a la fotografía. De ahí que también abrí mi campo de actuación, hasta entonces yo había estado más enfocado a proyectos más artísticos (algo que sigo haciendo).

-En todos sus trabajos, desde los más personales a los publicitarios, siempre se puede encontrar su esencia artística.  Además, trabaja en diferentes líneas de trabajo: moda, arquitectura y social. ¿Cómo consigue mantener la misma creatividad en todas?

-Yo siempre enfoco la fotografía desde el mismo punto de vista, es decir, desde la manera más honesta que se pueda afrontar cualquier trabajo. Para mi tiene el mismo valor y la misma importancia cualquier proyecto, sea del ámbito que sea, y partiendo de la base de que alguien te lo está encargando. Entonces, tanto si es fotografía de moda, como si es publicidad, o social… Para mi todos tienen el mismo valor, afronto cada trabajo con la misma inquietud e interés.

Me lo paso igual de bien haciendo publicidad, arquitectura o retrato, que este último es el que más me gusta. Lo importante es conocer a esa persona que está detrás, que me encarga ese proyecto, para intentar reflejar la idea de la mejor forma posible. Por ello, la conexión que hay entre todos los temas que puedo tocar para mí es la misma: enfocarlos de una manera honesta y personal. De hecho, gente que conoce mi trabajo más personal, como, por ejemplo, mi último proyecto “Paisaje interior” basado en paisaje manchego, me dice que ve en mi trabajo actual más comercial lo que veía en este proyecto.

-“Emoción y sensibilidad son herramientas tan importantes como la luz y una técnica depurada” Nos ha encantado esta cita suya, háblenos de ella.

-Es la premisa fundamental de mi trabajo.  Sobre la técnica fotográfica, creo que hay unas bases formales y también estéticas que son los cimientos para la creatividad. Yo he tenido una formación plástica, con diferentes puntos de vista, y siempre he tenido claro que es necesaria la técnica, también desde la forma y la estética: desde el planteamiento inicial del trabajo están presentes el color, la composición, la atmósfera, la temática…Todo suma a la hora de emocionarte y emocionar al espectador. Cualquier proyecto que hago me tiene que gustar y emocionar; si no ocurre eso, es difícil llegar a los demás.

Creo que es la base de la fotografía como de cualquier otro medio. Un referente para mí es Eugenio Recuenco, claro ejemplo de todo esto. La estética y la forma son herramientas fundamentales en su lenguaje y en el de muchos fotógrafos a los que admiro.

-¿En qué proyecto anda sumergido actualmente?

-En varios. Muchos me vienen a través de encargos, otros también son personales. Uno de ellos es un proyecto de retratos, de gente de nuestro entorno que tienen alguna peculiaridad, no porque sea importante en su ámbito, sino porque me aporta algo a nivel humano. El listón está ahí.

Otro proyecto que tengo entre manos, surge de un trabajo que hice hace 25 años, “Retratos y diálogos” una serie de fotografías que se basaba en diálogos con artistas de todas las disciplinas. He tenido la ocasión de reencontrarme con algunos de ellos… y con gente nueva, por supuesto… y me ha vuelto a despertar el gusanillo por retomar este proyecto, para volver a trabajar este tema, que es el de retratar el proceso creativo de cada artista, compartir e interactuar con su trabajo. No de una forma documental, sino la de pasar tiempo con ellos, en su estudio, para conseguir esa espontaneidad de lo cotidiano. Por último, también aprovecho el periodo de verano para seguir formándome. Nunca dejo de hacerlo y es algo fundamente, ya que todo se renueva constantemente. Y también es bueno conocer el trabajo de compañeros del ámbito.

-¿Qué consejo daría a un estudiante de fotografía?

-Si quieres dedicarte a esto, que sea porque realmente te guste. Es decir, no es tan bonito como pueda parecer… ni fácil, por eso te tiene que apasionar. En realidad, ningún trabajo relacionado con el arte es fácil, hay mucha competencia, injusticias e intrusismo, como en la mayoría de los trabajos existentes.

Entonces, le recomendaría formación y paciencia. Haciendo las cosas bien, poco a poco, y con confianza, puedes llegar a conseguir lo que quieres. A mi hay gente que me pregunta qué es lo que hago para que me vaya bien. Yo llevo desde los 16 años, que empecé con el bachillerato artístico a estudiar e interesarme por esto… y no solamente hablo de formación reglada en fotografía, hablo también de ver exposiciones, ver cine, leer… hay que nutrirse de muchas cosas. La inspiración no viene con un hada y una varita mágica. La creatividad se alimenta de ese bagaje cultural y visual que tienes que ir enriqueciendo día a día.