Regresó Fabián Carbone este sábado a Tomelloso, un lugar
donde confesó sentirse muy a gusto, de la mano de la Asociación Promúsica
Guillermo González. En un Auditorio López Torres completamente lleno (con las restricciones
propias del momento en que nos encontramos), presentó su nueva propuesta, “Fabián
Carbone Project” y su disco “Alas de Bandoneón” en un concierto en el que el
público disfrutó de lo lindo, regalando varias ovaciones a los músicos.
Carbone se ha embarcado, junto a Abel Calzetta a la guitarra
eléctrica, Lila Horovitz, bajo eléctrico, Arturo García la batería, en este
proyecto que llama tango-rock. Una mirada actual del tango que el cuarteto
defiende con virtuosismo y maestría. En el concierto de Tomelloso los músicos
repasaron el álbum “Alas de bandoneón”, de 2021. Nacidos, formación y disco, del
confinamiento, las composiciones del bandoneonista, unen los elementos tradicionales
del tango moderno con el rock. Una mezcla, dijo el artista durante el recital,
que tiene que ver mucho con la herencia recibida de sus padres.
El bandoneón tiene un sonido melancólico y gritón que suena
a Buenos Aries, al Río de la Plata, a Caminito, a Borges, a Piazzolla y a
Gardel. Se entiende muy bien, como se comprobó anoche, con la guitarra, el bajo
y la batería. Es, el bandoneón, el interlocutor perfecto para hablar de la pandemia,
de la tristeza de ese tiempo que parece que vamos dejando atrás, de la esperanza
del futuro y, cómo no, de la nostalgia, siempre presente en sus notas.
Fue desgranando el Fabián Carbone Project los temas del
álbum, Leyéndote, Mística de Buenos Aires, dedicado “a quienes
han hecho que seamos lo que somos (Borges, Piazzolla, Troilo…)”. Alas de
bandoneón, “una especie de Pink Floyd de Buenos Aires”, La cosa nuestra,
Candombe para los pibes, pieza dedicada a los niños que no pudieron
salir en la pandemia, Milonga de las calles vacías, una composición que
expresa “lo que sentimos en la pandemia”, miedo, paz, nostalgia, melancolía…
Carbone solo, sin micrófono, sentado en una silla, ejecutó La
última curda de Aníbal Troilo (“nuestro BB King”), con gran maestría,
encandilando al público. La formación al completo ofreció otro homenaje, esta
vez a Astor Piazzolla, ejecutando el “adagio más bello”, Oblivion.
El recital prosiguió con El grito sagrado, La
invitación (“una invitación a la vida”), Eterno ahora, pieza
con la que el músico nos animo a disfrutar de la vida y el programa acabó con Tiempos
duros. Carbone presentó el tema con una frase de G. Michael Hopf: «Los
tiempos difíciles forjan hombres y mujeres fuertes, los hombres y mujeres
fuertes crean buenos tiempos, los buenos tiempos crean hombres y mujeres débiles,
los hombres y mujeres débiles crean tiempos difíciles».
Tras la gran ovación del público, Fabián Carbone Project
ofreció Libertango de propina. La de ayer fue una gran noche de música
que ya necesitábamos, como dijo el propio Carbone durante la actuación “¡qué
bueno ver un teatro lleno!”.
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Sábado, 10 de Mayo del 2025
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