El 24 de octubre de 1991, Carmen Molinero Cabañero, tuvo el hermoso gesto donar su casa de la calle Nueva a Cáritas. Esta efemérides de treinta años se ha celebrado hoy a las puertas de la casa que alberga el centro Juan Pablo II con el descubrimiento de una placa por parte de Eduardo Grande, memoria viva de una entidad a la que se ha entregado en cuerpo y alma. Al acto han asistido la directora diocesana, Conchi Aranguren; la presidenta de Cáritas Interparroquial de Tomelloso, Teresa Requena y los tres sacerdotes que han llevado a cabo la bendición: Antonio López, José Luis Merino y Miguel Ángel Villegas, además de numerosos voluntarios y personas allegadas a esta gran institución social.
“Con este acto queremos agradecer a Carmen Molinero esta donación que marcó un antes y un después en la trayectoria de Cáritas en Tomelloso”, ha señalado Teresa Requena. “ En esta casa se pusieron en marcha los talleres y otros muchos programas y actividades. Anteriormente, Cáritas solo existía en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora y luego se fueron uniendo el resto de parroquias. Esta casa ha sido fundamental para que sigamos hoy trabajando por y para los demás”, ha explicado.
Por su parte, Conchi Aranguren ha expresado su agradecimiento “por la invitación a este acto conmemorativo que, al mismo tiempo, nos permitirá conocer a las personas que trabajan aquí y la gran labor que llevan a cabo. Les animamos a que sigan trabajando porque lamentablemente las necesidades siguen siendo muchas. Estamos saliendo de una pandemia y ya sabemos la situación que hay con el tema de la energía. Tenemos que dar las gracias a las muchas manos que nos ayudan y seguir peleando sin descanso”.
En el momento que Eduardo Grande ha descubierto la placa, se ha escuchado el aplauso de los asistentes que, poco después, han celebrado una reunión.
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Domingo, 24 de Noviembre del 2024
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