El agresor sexual, siempre, siempre es temeroso. Su manera de ir por la vida, su manera de comportarse, su manera de mirar siempre es temerosa ante una mujer, siempre transmite un acecho, que hoy en día inquieta a cualquier mujer. Por eso, cuando escuchamos los medios de comunicación, que nos hablan de múltiples historias de agresiones en todo tipo de edades, y mayormente, en personas más jóvenes. Cuando la mujer escucha este tipo de noticias, en su pensamiento siempre se hace la misma pregunta: ¿si esa mujer podía haber sido ella…?
Ese es uno de los pensamientos más rápidos que se tienen. Siempre que hablamos de agresiones sexuales, se conmueve la sociedad, y a veces suele doler tanto como un crimen. Son las dos noticias que levantan mayor revuelo, y agitación social, superando en ocasiones lo que provocan otras noticias. Ahora veremos el caso de una joven, Meriyou, que volviendo a su casa después de una noche de fiesta, es agredida sexualmente, por un desconocido, y ahí es cuando empieza a cambiar su vida, lo primero que se sintió fue herida, sucia, dolorida, en ese momento tiene la sensación de que se le apaga la luz de la vida. Antes de ese día en que le ocurrió eso, Meriyou era una joven totalmente diferente, estaba dominada por el materialismo y los excesos y, en ocasiones, las drogas, el sexo… A partir de ese momento toda la ayuda se volcó hacia ella, con muestras de cariño, hasta convertirla en otra persona. Al sentirse tan arropada por la sociedad, ella misma fue quien, al cambio, mandó el perdón al agresor, también a sus padres, a sus amigos, y a la sociedad en la que estaba metida. Para de esa manera transformarse en una nueva persona. Ese tipo de agresión es uno de los mayores males que se le pueden hacer a una mujer, pero lo que no se puede hacer nunca es refugiarse en el dolor, y la pena, sin olvidar nunca que el violador siempre tiene la culpa. Pero sí, el perdón es el remedio para ayudar a salir del daño recibido. Yo diría que el perdón, es el mejor remedio que tiene el ser humano. Cuando se perdona, no es el perdonado el que recibe el perdón, sino el que manda el perdón.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
Domingo, 24 de Noviembre del 2024
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