En los casi diez años de andadura del club, se ha producido una exagerada marcha (ya fuera por cese o dimisión)  de técnicos de los juveniles antes de finalizar la temporada. Y ello ha coincidido con la implantación de un modelo de captación de jugadores de fuera que debería revisarse. Y ello sin menoscabar el sacrificio y actitud intachable de los chavales que vienen de otras poblaciones a entrenamientos y partidos, también de los padres que los traen. No se cuestiona a los futbolistas, pero sí el modelo. 

Tradicionalmente, los juveniles  tomelloseros se han reforzado con jugadores de pueblos vecinos como Argamasilla de Alba, Socuéllamos o Pedro Muñoz,  pero quedando siempre una proporción máxima de 15 a 5 entre locales y jugadores de fuera que era más entendible que la de ahora.  Los resultados no siempre han sido los mismos, pero con equipos de  base local se han conseguido varios ascensos a Liga Nacional, permanencias en esta exigente categoría   e incluso un histórico ascenso a la división de honor de juveniles con una plantilla íntegrada por jugadores tomelloseros y un futbolista de Argamasilla de Alba. Como es lógico, no todas las generaciones han podido ofrecer ese nivel, pero el juvenil siempre fue una meta y una oportunidad para jugadores de la cantera local. Y, a veces, los equipos que se conformaron con futbolistas de fuera no consiguieron los resultados esperados.

Tampoco debe olvidarse que detrás de la estructura de juveniles del club, hay una Escuela de Fútbol que cuida cuatrocientos de jugadores que compiten en distintos torneos y campeonatos y que sueñan y trabajan para dar ese salto a la categoría juvenil, antesala de la absoluta que vendrá después. Se da la paradoja de que algunos jugadores del primer equipo no han llegado a engrosar la plantilla del Juvenil Nacional y otros futbolistas vieron como se les cerraron las puertas ante la masiva presencia de futbolistas de otras localidades.

En Tomelloso se lleva cuidando la categoría juvenil más de cincuentas años y casi siempre han convivido dos o más  clubes que se han nutrido mayoritariamente con futbolistas de aquí. Ahora con una Escuela de Fútbol detrás se debería seguir apostando mucho más por  lo de casa y esa filosofía posiblemente derive en un vestuario más compacto, mayor asistencia de público a los partidos y reforzar el trabajo que hacen los monitores en la Escuela.