Fueron Lucía y Aitor, dos jóvenes músicos de Santa Cecilia los encargados de presentar el concierto. Tras poner en suerte la primera parte del concierto llamaron a la directora, Marta Baños, que como acostumbra, fue llamado a los músicos por secciones, que fueron ocupando su lugar en el escenario… ¿Todos? No, faltaban los clarinetes que habían confundido la fecha del concierto (así dijo una intérprete de ese instrumento a la directora, teléfono mediante) y “están de botes”. La maestra se pone seria y en unos minutos aparecen tocando “Los peces en el río”, cubiertos con gorros y espumillón, para ocupar su puesto.

Y comenzó el concierto con “Clarinet party”, la fiesta del clarinete, de James Christensen, una pieza que venía que ni pintada. El siguiente número fue “A Disney Spectacular”, un medley con los principales temas de los últimos films de esa productora. Otro momento divertido llegó con “Sandpaper Ballet”, el ballet del papel de lija, de Leroy Anderson (compositor muy presente en el concierto). La primera parte acabo con una especie de rapsodia de “El rey león”, con arreglos de Jonh Higgins.

La segunda parte (que volvieron a presentar Aitor y Lucia) comenzó con “A Christmas Festival”, de Leroy Anderson, con los músicos revestidos con una divertida estética navideña. Los villancicos más tradicionales sonaron en el Marcelo Grande con la “Rapsodia navideña”, de Francisco Grau, que dio paso a otro conocidísimo número de las fiestas que se acercan “Sleigh ride” (Paseo en trineo), de Leroy Anderson. Siguió la fiesta con una “Selección de villancicos” de varios autores. Y, claro, el concierto solo podía terminar con la “Marcha Radetzky”, de Strauss, con la directora dirigiendo a sus músicos y las palmas del público. Con su divertido concierto, Santa Cecilia nos metió un poco más en la Navidad.