Veinte años han pasado ya desde que Manuel Martínez llegó a Tomelloso. Reconoce que sabía muy poco de la ciudad cuando supo que sería su destino, pero dos décadas después se muestra encantado de haber recalado en una  población que le ha recibido con los brazos abiertos.  Los periodistas de La Voz hemos entrevistado a este jienense, natural de Valdepeñas de Jaén, hombre cercano y amable que analiza con mucho sentido común la actual tesitura que vive el sector farmacéutico, a la vez que reivindica el importante papel que ha jugado en la pandemia.

-Ha generado  algo de controversia el precio a los test de antígenos ¿cómo lo analiza usted?

-Alguien ha querido hacer ver que las farmacias quieren aprovecharse de la situación y nada más lejos de la realidad. El mercado dicta sus propias leyes y a medida que ha ido pasando el tiempo los precios se han ido acoplando a la realidad. Ahora nos han obligado a establecer un precios en el que apenas existe margen de ganancia, más bien todo lo contrario.

-¿Considera que se ha reconocido lo suficiente el importante papel que los farmacéuticos han jugado en esta pandemia?

-Los hemos pasado muy mal con el Covid-19, mucho más de lo que se pueda imaginar la gente. Hemos estado en primera línea de batalla sin saberlo, llevando medicamentos a las casas y realizando otras labores que hemos hecho por vocación de servicio a la sociedad antes que por el negocio.  Puede que haya algún caso aislado que se haya pasado y se ha generado un poco de mal rollo y que nos tilden de buscar el beneficio y nada más lejos de la realidad. Creo que nos hemos entregado al máximo y la gente nos lo agradece mucho. Esta es una profesión en la que estamos muy cerca de la gente, se establece mucha complicidad.

-Y justo en este momento de la pandemia ¿detectan preocupación en la gente?

-La gente está, a mi juicio, demasiado preocupada. Por supuesto que hay que preocuparse y guardar las precauciones que sean necesarias, pero no obsesionarse. Lo notamos en las ventas de determinados productos, como por ejemplo algunos medicamentos para ayudar a dormir, que la gente está muy preocupada.

-¿Qué grado de fiabilidad le podemos atribuir a un test de antígenos?

-Tiene un margen de error, como casi todas las pruebas serológicas que se puedan hacer.  Nos va a dar una idea muy aproximada, pero no llegará al cien por cien. Como la Atención Primaria se ha desbordado, la gente acude a las farmacias a comprar los test que, aunque no lleguen a ese cien por cien, siempre son muy orientativos.

-Los farmacéuticos se han ofrecido en varias ocasiones a la administración para ayudar…

-Por supuesto. Se vio también cuando el reparto de mascarillas, algo que también hicimos de manera vocacional, sin ganar dinero. 

- ¿Se puede afirmar que la situación de la pandemia es menos grave que las vividas anteriormente? 

-La situación es diferente y no se va a llegar a aquellos momentos tan duros que tan bien conocen en Tomelloso donde tan gente murió y padeció en aquellos primeros dos meses de pandemia. Ocurre que esta variante se contagia con mayor facilidad y han aumentado exponencialmente los contagios y se han tenido que ordenar muchos confinamientos.

-¿Para cuándo cree usted que podrá haber un tratamiento para el Covid-19?

-Se están produciendo avances y puede ser que haya un tratamiento dentro de muy poco. Evidentemente, este requiere su tiempo. Esta pandemia pasará, pero el virus se quedará y afortunadamente podremos tratarla. Hay laboratorios españoles que están trabajando muy bien en este sentido, además gente muy capacitada y profesional en la que debemos confiar plenamente. De momento, podemos dar gracias  la rapidez con la que se han sacado las vacunas.

-Cuando usted llegó, en Tomelloso había diez farmacias y ahora hay diecinueve…

-Es importante que hayan llegado también farmacias a zonas más alejadas del centro. En mi caso, atiendo a mucha gente mayor, pero en otros barrios hay gente más joven. La gente de Tomelloso es agradecida y tratamos de ofrecer el mejor servicio posible.