Nadie quiso arriesgar demasiado de inicio y baste decir que la primera llegada a puerta de todo el partido no se vería hasta superado el cuarto de hora, con un despeje de la zaga local a la esquina tras una falta lateral lejana y ante la amenaza de un Fran Cortés ya en el aire dispuesto al cabezazo. El primer disparo llegó en el veinte, de Huertas y muy arriba pese a estar en buena posición tras pase de la muerte de Iván Bueno. Hasta entonces sería una fase inicial de partido muy táctica, con una puesta en escena de ambos equipos bastante conservadora en la que los manchegos demostraron tener mejor circulación de pelota, pues a los almerienses les costó mucho sacar la pelota desde atrás debido a la buena presión visitante y al poco manejo de su portero Godino con los pies. Todo lo contrario que un Diego Nieves muy seguro en esa faceta.

El duelo se animó y el Poli Ejido comenzaría a hacer daño por el costado derecho con Plomer y el lateral Neto muy activos. Eso equilibró todavía más un encuentro ya de por sí igualado que seguiría jugándose principalmente en la cercanía del círculo central. Cumplida la media hora el local Sergio Pérez tuvo la mejor tras una colada por la izquierda hasta el final de Jonxa, pero Carlos Martínez molestó lo suficiente como para que el remate no fuera franco. En todo caso fueron acciones aisladas, también en el tramo final Palomares colgaría un par de balones muy buenos sin rematador, y a todas luces insuficiente como para variar el resultado de empate sin goles al descanso.

La segunda también se reinició con un punto de contención, pero se jugaba a un ritmo más alto y ambos eran más verticales y profundos en sus pases. Ahora los dos jugaban más estirados y aunque sus aproximaciones quedaban en nada por cierta inocencia cara al gol, también eran peligrosas. En el diez, tras un par de minutos pisando área contraria, Fran Cortés estuvo a punto de convertir en gol un rechace que cayó del cielo en el área chica y con un Godino dubitativo. Pero todo costaba mucho y la siguiente sería en el minuto veinte y local, cuando Quintana rechazó bajo palos un centro de gol de un Neto que encontró demasiadas las facilidades para meterse hasta el área pequeña. El equilibrio persistía y este despiste ciudadrealense servía de recordatorio a todos los presentes, que en estas circunstancias un gol podría ser decisivo.

Por momentos tanto el Poli Ejido como el Socuéllamos parecían estar cerca de lograrlo, así en el ecuador Palomares volvía a la carga por el costado derecho sacando un par de centros y córner, pero el juego era demasiado plano como para resultar efectivo. La pelota no llegaba en condiciones a zona de gol y Campos movió su segunda pieza metiendo la velocidad de un Chavo que no tardó en exhibir su explosividad, pero al igual que el resto no tendría la precisión necesaria en el último pase y se llegaría a un final de enfrentamiento más trabado que nunca, lleno de interrupciones y con varios minutos jugando con diez hombres por un Toboso conmocionado tras un par de duros encontronazos.

Lo último que se sucedió fue un susto enorme, porque en el descuento el asistente anuló un gol por fuera de juego al local Mikel Fernández tras un mal blocaje de Diego Nieves a disparo lejano.