Bien resumiría este artículo el refrán “Nunca el juglar de la tierra tañe bien a fiesta”, y cierto es que no valoramos lo suficiente a nuestros artistas y escritores, tan solo cuando marchan de sus localidades donde las oportunidades son tan escasas que las grandes ciudades como Madrid o Barcelona ofrecen espacios adecuados, formación especializada junto a un público más interesado y comprometido. No son pocos y el caso que hoy traemos es el de José de Aguilar, un cantante desconocido para la mayoría de la ciudadanía tomellosera y que dejó un legado en la música española y en el deporte que cuesta comprender por qué tal figura acabó en el oscurantismo.
INICIOS BIOGRÁFICOS
José Jesús de Apolinar de Aguilar Granados nació
en Tomelloso el 9 de enero de 1925 en el número 7 de la calle Don Víctor (junto
a Zapatería Masó), misma calle donde su padre, Teófilo Aguilar, tenía una
relojería. Sus padres provenían de la localidad de La Puerta del Segura (Jaén).
En 1942 se trasladó con toda su familia a Albacete y con tan solo diecisiete
años comenzó a cantar para la Orquesta de Albacete, obteniendo el premio en un
concurso musical organizado por Radio Madrid y dirigido por el famoso locutor
de radio hispanochileno Bobby Deglané. Ello le daría la oportunidad ese mismo
año de formar parte de la Orquesta de Albacete donde se trasladó junto a su
familia.
José
de Aguilar sufrió sistemáticas agresiones por su orientación sexual, siendo
objeto en numerosas ocasiones de las
llamadas “cazas de maricones”, algunas veces por miembros de la Falange y otras
de los soldados de la Base Aérea de los Llanos. Cuando tenía dieciocho años en
una de esas palizas el propio Aguilar perdió parcialmente la visión en un ojo y
en varias ocasiones le recomendaron abandonar Albacete, ante el riesgo de
detención por las autoridades franquistas o la propia muerte. Terminó por
abandonar la ciudad en 1945 junto a sus hermanos y familia al completo. Enrique
Quirós, poeta albaceteño y gran amigo del cantante, recuerda el maltrato y las
vejaciones a las que fue sometido durante años por su condición sexual. La huida de la
familia al completo les llevó desde Albacete a Torre del Mar (Málaga). Allí el
padre trabajó para la industria azucarera y José, el cual quedó enamorado de
aquella tierra, nunca la olvidaría y años más tarde le dedicaría su gran single
Torre del Mar cuando su carrera
musical le hizo desplazarse a Madrid. Se llegaría a un punto de inflexión por
el que su familia, a comienzos de los cincuenta, decidió regresar a Albacete pero
sin José, el cual se estableció en Madrid en busca de las oportunidades que
podría brindarle el mundillo de la canción.
LA VOZ DE ORO DE LA
RADIO
En
1951 graba su primer disco con dos canciones que lo llevan a la fama: María Cristina me quiere gobernar y
Torito bravo. A partir de ahí comienzan
sus actuaciones en teatros, salas de fiestas, etc. Tanto brilló aquel año que en
1952 puso la voz al primer himno del Real Madrid C.F durante la presidencia de
Santiago Bernabéu, titulado ¡Hala Madrid!
junto a treinta y dos músicos de la Orquesta Nacional de España dirigida por el
propio Maestro Cisneros.
En 1963 grabó en Madrid
para el sello Columbia un nuevo single compuesto por cuatro canciones y bajo la
dirección del maestro Lillo: Madrid Ave
Fénix, Una copa de vino español, Siempre mi Madrid y el vals Mi Torre del Mar. En 1972 creó junto a Ángel Curras
García el himno del Atlético de Madrid, compuesto por el propio José de
Aguilar, Yo me voy al Manzanares,
cántico que convive hoy por hoy en el club deportivo colchonero.
Dentro
de su repertorio musical destacan singles: ¡Oh
Susana!, María Cristina me quiere
gobernar, Mi teléfono (el 066660),
Una copa de vino español, Sirena Mora, Mi torre del Mar, Torito
Bravo, Torito Bravo, Siempre mi Madrid, entre otras.
Siempre se le clasificó
como cantante de la década de los 50 y 60, pero lo cierto es que fueron los
años setenta en los que más actuaciones realizó por todo el panorama español, tan solo en 1973 tuvo 110
actuaciones. También estuvo presente en algunos carnavales de Tomelloso, donde
lo certifican las actuaciones junto su orquesta en 1953 y 1967, agasajado por
las autoridades municipales y el público al ser un artista de prestigio y éxito
nacional.
Con la llegada de la Transición en España, al igual que muchos españoles, José participó en la vida política en la campaña de UCD (Unión de Centro Democrático) en febrero de 1979 junto a otros personajes como la cantante de boleros Lolita Garridos, Luisa Linares (Luisa Pérez Cabrera) y Los Galindo (Miguel Galindo Zarco y Alfonso Galindo Zarco). Aquel mismo año se le dedica un programa en TVE que presentaba José Luis Barcelona y Aurora Claramunt, Canciones de una vida.
FINAL DE SU CARRERA Y
MUERTE
Su
carrera fue decayendo poco a poco, ante todo por su avanzada edad, aunque a
mediados de los años 90 todavía podía vérsele actuar en un club a espaldas de la
Gran Vía,un establecimiento muy concurrido por jubilados y nostálgicos de su
voz.
José de Aguilar falleció el 18 de abril del 2000 en Madrid, alejado de su Tomelloso natal, cuyos restos yacen en el Cementerio de La Almudena. Fue arropado por sus sobrinos, hermanastra y familia, al igual que algunos fanáticos con cierta nostalgia pero en el más completo olvido periodístico y musical.
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Viernes, 22 de Noviembre del 2024
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