El consejero de Agricultura, estaba en casa, también Marina Moreno, la presentadora. El acento solanero tenía que aparecer con la actuación de Los Amigos de la Zarzuela de La Solana, al principio y al final. Su interpretación de “El sembrador” fue el broche perfecto a una velada en la que hubo, además de los premios, muchos reconocimientos. Tanto el consejero, Francisco Martínez Arroyo, como el presidente, Emiliano García-Page, elogiaron la labor realizada en el sector por Gregorio Martín Zarco, también la del director del Iriaf, Esteban García o la de los noventa expertos que participaron en las catas.

El patio de butacas lo llenaban responsables de bodegas, cooperativas y empresas agroalimentarias que estaban nominados, pero como dijera el consejero, nadie sabía quiénes eran los ganadores. Todos los estamentos del sector estaban presentes en este foro: organizaciones profesionales agrarias, sindicatos, responsables de denominaciones de origen, cargos de la consejería de Agricultura y concejales y alcaldes de muchos Ayuntamientos que respaldaron a las empresas nominadas.

Los premios del vino contemplaron seis categorías, una de ellas, el mejor vino elaborado con la variedad airén era una de las novedades de este año. En el Queso Manchego, fueron cuatro las categorías y después se entregaron los galardones del azafrán de la Mancha, miel de la Alcarria, berenjena de Almagro, melón, cordero, pan de cruz, jamón y mazapán de Toledo. Premios en once productos a los que se sumaron los galardones a la empresa de producción ecológica, carne de caza y venta directa. Tras proyectarse un vídeo, llegó el momento de la entrega, que se hizo de manera rápida y fluida que tuvo su epílogo con la intervención de Emiliano García-Page. “Gracias a los que buscáis la excelencia. En esta región se produce mucho y de calidad”, dijo elogiando a un sector “que ha aguantado mejor que ninguno las crisis”.

Se escucharon las voces de zarzuela de “El sembrador” y poco después los asistentes compartían un vino de honor en el vestíbulo de entrada del teatro. Muchos no alargaron demasiado por que la pelota ya rodaba en el Bernabéu en ese apasionante Madrid–City que pocos se quisieron perder. La tarde, que había estado metida en esa agua de mayo que tanto agradece el campo, acabó de la mejor manera posible para la agricultura y también para el fútbol.