Como en otros puntos del planeta,
en la península ibérica, desde tiempos inmemoriales, se ha venido aprovechando
gran cantidad y variedad de piedras; utilizadas en moradas, acueductos,
monumentos, esculturas, pavimentación de calzadas etc. En el capítulo económico,
la vasta industria de la piedra ha tenido y tiene una gran trascendencia o
importancia. A principios de los años sesenta, en España había más de mil
industrias relacionadas con la explotación de la piedra; piedras preciosas
aparte. En aquellos tiempos, en los que se encuadra la crónica de la roca en
cuestión, en la península se movían unos ochocientos millones de pesetas;
correspondiendo a la piedra aserrada (mármoles), las cantidades más
significativas; incluida la piedra tallada y pulida, mármoles también. Otros
materiales pétreos manejados eran la piedra granítica, la caliza pulida,
tallada, la arenisca aserrada, pizarras de construcción y piedra triturada. En
aquella época, en la producción de cemento y en productos derivados, se
consumían ingentes cantidades de piedras calizas, piedras volcánicas
(puzolana), cretas, margas…
Anualmente, las cantidades de
piedra consumidas (Enciclopedia de la Cultura Española) eran: unos siete
millones de toneladas de piedra caliza; 700.000 toneladas de margas, más de
20.000 de piedras volcánicas y para la elaboración de “cemento natural”, cales
y yesos se gastaban al año más de 750.000 toneladas de margas; más de 500.000
de piedra caliza y alrededor de millón y medio de toneladas de piedra de yeso.
Piedra artificial, se producían más de 120.000 toneladas, por un importe
económico de unos 165 millones de pesetas. Del volumen de piedra triturada o
“machacada”, en aquel periodo, para la pavimentación, empedrado-asfaltado de
carreteras y caminos; así como del número de canteras, no nos ha sido posible
obtener datos.
En la geología de estos parajes
predominan amalgamas de calizas, margocalizas, dolomías, arcillas pizarras y
cuarcitas. El peñasco de las fotos, (de unos dos metros y medio de diámetro) es
una masa de carbonato de cal; correspondiente a la combinación de ácido
carbónico y óxido de calcio. Es el tipo de piedra más utilizado en
construcción… Todo apunta a que, junto con grandes cantidades de roca, fue
extraída allá por los años cincuenta, bien de la “Cantera del Juncal del Pozo
del Ojo”, radicada a unos dos kilómetro de la localidad de Ruidera, dirección
Albacete o de “Loma Pedragosa”; menos importante y distante unos cuatro
kilómetros de dicho pueblo, rumbo a Manzanares.
Ambas canteras fueron explotadas en tiempos de la posguerra civil;
cuando se elaboró el “Circuito de Firmes Especiales”, para mejorar un grupo de
carreteras con tráfico de primer orden… En 1941, se aprobaba el Plan General de
Obras Públicas y en diciembre de 1950, se aprobó el Plan de Modernización de la
Red de Carreteras Españolas.
Tanto por los recuerdos de la
niñez, como por lo narrado por mis progenitores y vecinos, supe que “El
Patudo”, oriundo de Tomelloso, y Ramón Vitoria, alias “Fuche” eran los
barreneros de las mencionadas pedreras, aprovechadas por Obras Públicas. Y los
picapedreros de más nombradía, “Los Capotes” del pueblo de Alhambra. Por
entonces comenzaban las obras del nuevo firme, con riego asfáltico, de la
actual Carretera Nacional Badajoz-Valencia. Tiempo ha, oíamos narrar: “… y el
picado de la piedra se hacía a mano con martillos, sobre el firme de tierra de
la carretera vieja y los capataces de Obras Publicas, de vez en cuando, medían
el garujo con un cajón de madera de un metro cuadrao y calculaban los montones…
El metro picao, lo pagaban sobre peseta y media. (…). Cuando la piedra era
blanda, los picaores paraban y hacían un zurra y se jugaban algunos montones a
las cartas y porfiaban por romper un risco que se les hizo un bolo, que ni los
más farrucos de la cuadrilla y de Ruidera, lo pudieron partir…”.
A través del tiempo, hemos tratado de no perder de vista la pétrea esfera, que a veces parece que hubiera sido empujada y cambiada de lugar hasta por el avaro Sísifo. Hoy se encuentra cerca del cementerio de Ruidera. Dados los muchos tumbos, arrastres hasta con maquinaria pesada y el paso del tiempo, el pedrusco, a excepción de alguna fisura causada por cristales de presión a causa de fenómenos térmicos, mantiene su morfología de todo un esfuerzo sin culminar, del trabajo mucho… Y toda una serie de confusos intervalos humanos, secuencias de hechos y vidas que ya no existen.
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Martes, 1 de Abril del 2025
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