En esta aventura, participaron estudiantes de cuarto y quinto curso de primaria de los tres centros educativos de la localidad, junto a sus maestros y maestras. Les acompañaron en esta excursión la concejala de Educación, Cultura y Turismo, María José Díaz, y la técnica municipal de Educación, María José Fernández.

La jornada comenzó con una introducción por parte de la auxiliar de Turismo, María Sánchez, en la que compartió sus conocimientos sobre las maravillas naturales del entorno de Peñarroya, así como detalles fascinantes sobre la historia y curiosidades que envuelven a este castillo.

Tras un descanso para recuperar fuerzas, la jornada continuó con una visita a la Bodega y Quesería Montalvo Wilmot, donde los niños y niñas pudieron conocer el proceso de elaboración del queso artesanal.

La visita al Castillo de Peñarroya y su entorno se propuso alcanzar varios objetivos educativos: primero, brindar a los participantes la oportunidad de sumergirse en la historia de este antiguo castillo, permitiéndoles comprender su relevancia en el patrimonio local. Segundo, fomentar la observación de la rica biodiversidad que rodea el castillo, inspirando un mayor aprecio por la naturaleza y su conservación. Tercero, hacer hincapié en la importancia de respetar y cuidar el medio ambiente, educando a los niños sobre la responsabilidad que tienen en la preservación de la naturaleza.

Además, esta iniciativa refleja el compromiso de las autoridades locales con la educación y la promoción del turismo sostenible en la localidad.

El castillo de Peñarroya: Un tesoro histórico en La Mancha

El Castillo de Peñarroya, situado a tan solo 12 kilómetros de Argamasilla de Alba, es una antigua fortaleza histórica que data del año 1198. Fue conquistado por las órdenes de Santiago y San Juan y posteriormente se adscribió a la Orden de San Juan en 1215. Durante el siglo XIV, desempeñó un papel importante en la economía de la Orden, sirviendo como fortaleza estratégica para la explotación de recursos, recaudación de impuestos y protección de los habitantes pacíficos.

El castillo, situado en un acantilado, posee una serie de elementos históricos notables. En su exterior, se encuentran vestigios de un antiguo camino medieval, un humilladero y un foso, así como una necrópolis islámica y silos cercanos cuya fecha precisa de construcción aún se investiga. En su interior, el castillo cuenta con una antemuralla, una liza, la muralla principal medieval, una torre del homenaje, una ermita del siglo XVII con características barrocas y un retablo churrigueresco destacado. También incluye un camarín de la virgen y un coro, así como algunos elementos que originalmente pertenecieron al convento de los Mercedarios de Argamasilla de Alba, además de un aljibe medieval.