A la concentración se ha sumado la Plataforma Pro Servicios de la Comarca de Tomelloso y  cabe desear un masivo respaldo  en una ciudad que quiere recuperar el tren en un contexto en el que se presenta  como medio de transporte ideal para vertebrar territorios, luchar contra el cambio climático y la despoblación. 

La plataforma convocante viene denunciando el desmantelamiento de líneas convencionales de ferrocarril y ahí está el ejemplo de las líneas de Talavera y La Sagra en dirección a Madrid, o la que pasa por Hellín y Chinchilla en dirección a Madrid y Murcia. También provocó un gran rechazo que se suprimiera la línea Aranjuez-Cuenca-Utiel o la reducción de servicios y frecuencias en trenes de la provincia de Guadalajara. También se pelea para que la Estación de AVE de Toledo sea de paso, y no una estación término. Y a estas reivindicaciones, hay que sumar las de Tomelloso y comarca que lleva más de veinte años peleando por su conexión ferroviaria, haciendo valer su posición estratégica, número de habitantes, el importante movimiento económico de la  comarca  y la necesidad de contar con este medio de transporte que, sin duda,  favorecería y potenciaría el Hospital.

La lucha por el tren en Tomelloso y Argamasilla de Alba vivió su mejor momento en aquella manifestación de hace 17 años en las que más de veinticinco mil personas salieron a la calle para reclamar la infraestructura. Cuando el movimiento ciudadano fue a menos, quedó la política, con una actuación decepcionante de los dos grandes partidos que lo utilizaron como arma arrojadiza en tiempos electorales. De un tiempo a esta parte, del tren se habla cada cuatro años, aunque justo es reconocer la implicación de una formación como Izquierda Unida que siempre ha tenido presente la necesidad del ferrocarril y lo ha demostrado con hechos fehacientes llevando enmiendas al Congreso de los Diputados.