Con un
subtítulo de “semanario español de humorismo”, aparece, compitiendo con “Buen
humor”, la revista “Gutiérrez” (Madrid), en mayo de 1927, fundada por el
empresario Luis Montiel Balanzat (1884-1976), y Ricardo García López
(1890-1984), K-Hito, que será su director, tras abandonar “Buen humor”. En ella
coincidirán dibujantes y literatos, de la talla de Miguel Mihura Santos
(1905-1977), Antonio Lara Gavilán (1978-1896), Tono, que tras participar en la
falangista “La ametralladora” (San Sebastián: 1937-1939), pasarán luego a “La
codorniz” (1941-1978). “Gutiérrez” desaparecerá en 1934 o 1935.
Bajo el
pseudónimo de El duque de Lirolín Lirolón, “Gutiérrez (Madrid)”, 8/3/1930,
página 5, publica tres disparatados poemas de un supuesto conductor del Metro
madrileño, poeta, del que dicen haber recibido “cincuenta tomos de las obras de
este popular y hasta hoy desconocido de nosotros joven poeta, que en ochenta y
cinco años de fructífero trabajo no ha conseguido que le publiquen un solo
verso en revista alguna”. Si ya empezamos por llamar joven poeta a un escritor
que en ochenta y cinco años no ha conseguido publicar un solo verso, la cosa
promete. La razón de ello es que tales versos “están considerados como tóxicos,
venenosos y estupefacientes.” Dicen haber leído dos o tres de los tomados al azar “para arrojarlos al
carro del trapero” y les han quitado las ganas de comer y provocado, dispepsia.
Entre los tres leídos está el titulado EL CAMPO; campo manchego, aunque ¿puede
ser también campo antequerano? No. Evidentemente las referencias, con imágenes
de tute, son a un viaje en tren, en el “trenillo”, por la Mancha ciudadrealeña,
por su campo de mies y pastoreo y a su parada en Cinco Casas hacia Tomelloso.
Dice así:
“¡Lin,
lin!, cantan las espigas;
gri, gri,
entonan los grillos;
cantan
cuarenta pastoras,
cantan las
cuarenta.
Pasa una
carreta con cuatro caballos.
Tute.
Siguen cantando las cuarenta.
Una casa,
dos casas, tres casas,
cuatro
casas, cinco casas.
¡Empalme
para Tomelloso!
Cinco
minutos de parada.
Pasa un
pastor. Luego
pasa otro
pastor. Sale
el sol por
Antequera.
Es de
noche y los
grillos no
cantan,
pero, en
cambio, cantan las espigas,
cantan,
cantan, cantan y cantan.”
Sin duda a este “joven poeta” le
serían aplicables, aunque tardíamente, aquellos versos que el satírico riojano
Manuel Bretón de los Herreros (1796-1873) dedicó a otro joven (éste sí,) poeta
llamado don Gonzalo:
“Voy a hablarte ingenuamente.
Tu soneto, don Gonzalo,
si es el primero, es muy malo;
si es el último, ¡excelente!”
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Lunes, 30 de Diciembre del 2024
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