Posiblemente muchos de los lectores ni siquiera sepan de su labor para la naturaleza española y, por lo tanto, mundial. Para ellos he de decir que posiblemente los paisajes que hoy contemplamos no serían iguales, ni algunas de las aves que vuelan, ni tampoco algunas de nuestras especies más emblemáticas sin que el saber y la acción de Jesús hubiera estado de por medio.

Suso es el artífice de que lo que queda de la cultura pastoril no se haya perdido, de que existan variados e importantes espacios protegidos, de que las vías pecuarias y la trashumancia fueran rescatadas del olvido. Jesús es el "padre" del Parque Nacional de Monfragüe porque casi en solitario se enfrentó a quienes querían convertirlo en un eucaliptal al servicio de la industria papelera, pero también ha contribuido a la protección del lobo, el lince, el águila imperial, el urogallo y un sin fin de especies amenazadas de las que, además, realizó estudios rigurosos. Por si fuera poco, también está detrás de la creación de espacios protegidos como Oyambre y Somiedo.

Pero si su figura aún les suena lejana a los lectores, han de saber que también ha dejado sus huellas en Castilla La Mancha ya que fue uno de aquellos pioneros que consiguieron que en Cabañeros no se cambiarán las encinas por bombas y que tampoco se hiciera en Anchuras. Hoy el Parque Nacional de Cabañeros es uno de los más extensos de nuestro país y emblema de la conservación del monte mediterráneo.

Para que suene más cercano todavía, si cabe, también ha quedado parte de su buen hacer en Tomelloso. Gracias a él volvieron a sonar los campanillos de las ovejas merinas por nuestra Cañada Real Conquense y se comenzaron a recuperar estos terrenos de la usurpación de la codicia de algunos, porque no olvidemos que estos espacios son de dominio público y, por lo tanto, de todos. Él fue el promotor de que se realizará la Ley de Vías Pecuarias para su protección.

Sería larguísima la lista de logros de Jesús Garzón Heydt para resumirla en un artículo, pero con los hitos señalados ya se puede uno hacer uno una idea de la relevancia de su persona.

Seguro que Jesús ya está en otro lugar con sus seres queridos y con su amigo Félix Rodríguez de la Fuente con el que compartió alegrías y desvelos, pero aquí nos hemos quedado un poco más huérfanos porque se ha ido uno de los grandes naturalistas creado de aquellos tiempos difíciles en los que la conciencia medioambiental no existía.

Desde hace unos días cañadas, cordeles, veredas y coladas te echan de menos. También dehesas y sierras lloran tu partida. Los que quedamos esperamos tener la dignidad suficiente para defender el enorme legado que has dejado.