Con el tradicional café solidario ha arrancado este jueves la Campaña LXV de manos Unidas en Tomelloso que con el lema “El efecto ser humano,” aboga por una lucha por el cambio climático justa y centrada en los más vulnerables, que son los menos responsables de la actual crisis medioambiental.

Con el salón de actos del centro parroquial de la Asunción lleno, se han presentado las distintas actividades que la ONG va a llevar a cabo en un acto en el que han participado la presidenta diocesana, Conchi Martínez, el responsable arciprestal, Luis Yáñez, además de Pennamma Vattappulathu Joseph, religiosa de María Mediadora con la que Manos Unidas ha colaborado en varios proyectos y que ha ofrecido su testimonio. Han asistido el alcalde de Tomelloso, Javier Navarro y la concejala de Cultura, Inés Losa. El café solidario ha estado amenizado por el profesor de piano del Conservatorio de Tomelloso, Enrique Reviriego.

El Arciprestazgo Mancha Este, del que forman parte Tomelloso, Argamasilla de Alba, Socuéllamos, La Solana y Pozo de la Serna contribuyo en la campaña del pasado año con cerca de 50.200 euros, que fueron destinados al fondo común de Proyectos de Desarrollo de Manos Unidas. Unos proyectos que este año van desde el acceso al agua potable en Benín, un colegio en Madagascar, acceso a la energía eléctrica en Tanzania o empoderamiento de mujeres en la India, mejora de la calidad educativa de niños palestinos y autonomía económica de mujeres en Ecuador entre otras iniciativas.

Luchar por la desaparición del hambre y las desigualdades

Luis Yáñez ha explicado que los efectos provocados por el maltrato del planeta provocan una clara desigualdad. “Sus causas están relacionadas con la actividad económica de los países desarrollados y, por tanto, sus consecuencias las sufren las poblaciones vulnerables que ven mermados sus derechos básicos.  Manos Unidas, ha subrayado Yáñez, cree que la lucha contra el cambio climático, para ser justa, debe centrarse en los más vulnerables “que son los menos responsables de la actual crisis medioambiental”.  Y es que, “depende de nosotros” realizar lo que “este en nuestras manos para lograr la desaparición del hambre y las desigualdades en el mundo”.

El responsable arciprestal de MMUU, que insistió en pedir el compromiso de todos para cambiar esa desigualdad, dio las gracias a las voluntarias de la organización “siguen haciendo posible que Manos Unidas impulse cientos de proyectos de desarrollo”

La desigualdad climática

Manos Unidas se encuentra en un quinquenio con el reto de combatir la desigualdad “este año nos hemos centrado en la desigualdad climática. Ni todos contaminamos igual, ni todos sufren los efectos de esta crisis climática de la misma manera”. Con ese motivo, el próximo domingo, MMUU va a celebrar su Jornada Nacional, ha explicado Conchi Martínez. Ese día en todas las Eucaristías del territorio nacional “y en concreto en la de nuestra diócesis” se hace la colecta anual para Manos Unidas, que va íntegra al fondo común de Proyectos de Desarrollo de la ONGD.

Durante toda la semana, la que viene y alguna más “nos estamos dedicando al lanzamiento de la LXV Campaña”. Los diez grupos arciprestales llevan a cabo “diversas actividades, con las que buscamos la divulgación de nuestra campaña y el sensibilizar y motivar a la gente”, señaló la presidenta diocesana. “Somos la única especia capaz de cambiar el planeta”, ha reiterado Martínez “ya llega el momento de tomar medidas por lo que hemos hecho mal”.

“No se desperdicia ni un céntimo”

Pennamma Vattappulathu explicó que su formación religiosa la llevó a cabo en un pueblo de Ávila, en Piedralaves “allí aprendí el castellano y me formé como religiosa”. Después estudió en Enfermería en Madrid. “Regresé a la India y trabajé como misionera”. Explicó que está en Ciudad Real “porque he recibido ayuda económica de Manos Unidas y dar testimonio de que el dinero de esa organización se destina a su misión hasta el último céntimo”. Asegura la religiosa que “no se desperdicia, ni se pierde ni un euro”. La construcción de una escuela en su comunidad se hizo a través un proyecto de Manos Unidas, “y ahora tenemos 1.580 estudiantes”.