Que el campo Castellano-manchego en particular y el español
en general sufre pérdidas y es insostenible económicamente, lamentablemente, no
es nada nuevo. Las manifestaciones y concentraciones de los agricultores,
incluso tirando o repartiendo sus productos para demostrar que esa pérdida no
les supone nada, se vienen reiterando desde hace lustros. En los últimos días,
se ha reavivado una protesta que siempre ha estado latente. Los agricultores ya
no podemos más. Con toda la razón.
Es así porque pasan los años y, lejos de desaparecer, la
situación empeora. La crisis de rentabilidad, propiciada sobre todo por el
aumento de los costes de producción, lleva al abandono de los campos y a que no
haya relevo generacional. Una renuncia que provoca una menor producción y el
encarecimiento de los alimentos para los consumidores.
El problema es gordo, pues está en juego lo que comemos y
con ello nuestra salud y bienestar. Cada campo que no se cultiva es un
perjuicio enorme para la ciudadanía y el medio ambiente. No pasemos por alto
que el abandono de los campos favorece la despoblación.
Por eso, es imperdonable que muchos agricultores nos vemos
obligados a dejar nuestras tierras porque ya es que no ganamos, es que perdemos
dinero. Ante esta situación, las administraciones públicas deben tener la
obligación de contribuir a la solución y detener la pescadilla que se muerde la
cola.
Por ejemplo, modificar un mercado "desregulado"
que importa de terceros países "a bajo precio" y con normativas
desiguales, exigir la modificación de los ecorregímenes, no se puede realizar
una norma desde un despacho sin conocer el terreno no es lo mismo un terreno de
secano que otro con una pluviometría mayor, en castilla la mancha hemos perdido
en el 30% de las ayudas en la mayoría de los casos por este condicionante, ley de la cadena alimentaria, muy difícil de
cumplir porque las sanciones que existen son
incumplimientos de plazos de pago, pero no existen ninguna haga
referencia de la venta a perdidas, aparte de el aumento constante de los
precios de la luz, gas-oil, fertilizantes, seguros, impuestos etc.., flexibilidad
en la burocracia que nos hace perder mucho tiempo de nuestro trabajo y pagar en
asesorías por llevarnos todo el papeleo, eliminación del cumplimiento de la
agenda 2030 en todos sus puntos que afecte a la producción agrícola, ¿porque
estamos en esta situación? sencillamente porque los países que más dinero
aportan a la Unión Europea están regidos por los partidos llamados verdes y
mantienen al margen a los agricultores de las decisiones, facilidad y ayuda
para la contratación de mano de obra, la agricultura son campañas y hay que
adaptar la ley laboral a cada actividad etc, etc, etc… ignorar estos puntos y
otros no escritos influyen drásticamente en la ruina del campo y en el
despoblamiento de las zonas rurales.
Ahora bien, la madre del cordero son nuestros políticos,
personas ausentes, al que preocupan y ocupan otros asuntos. Mientras siguen en
sus trece, sin importarles nuestras peticiones indiscutiblemente razonables,
desatiende las necesidades de los agricultores, no se sienta con el sector y me
refiero a los que todos los días pisan la tierra y tienen conocimiento de
causa, desoyen nuestras reivindicaciones. Y encima tiene el cinismo de decir
que está con ellos. Ver para creer.
Al contrario, lejos de estar con nosotros nuestros políticos son un rehén de un planteamiento medioambiental lleno de ideología y vacío de realismo. ¿En serio no se da cuenta de que los agricultores somos los auténticos defensores del medio ambiente y los verdaderos protagonistas de la lucha contra el cambio climático? Una vez más, estamos ante el mundo al revés de nuestra clase política.
Félix Díaz, portavoz para la comarca de Tomelloso de agricultores unidos por WhatsApp.
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Domingo, 19 de Mayo del 2024
Lunes, 20 de Mayo del 2024
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