Buendía, en colaboración con la propietaria y chef de la taberna, Ana Belén Vecina, proponen un juego, en el que los cuadros cobran protagonismo en forma de tapas en días concretos. Al mismo tiempo, Buendía promete sorpresas interactuando con los clientes en un curioso juego que combinará lo gastronómico y artístico. La exposición, que contiene trece obras, permanecerá abierta hasta el 23 de abril. Ana y Manuel “jugarán” con la comida y la acuarela, interactuando con los clientes de forma sorpresiva en días concretos. 

“La idea de esta exposición surgió precisamente en este local tomando un vino. Apareció esta idea de aunar las buenas tapas y la cocina tan creativa de Ana con la pintura. Pero se trataba de plantearla como juego, más interactiva, para que los asistentes también participen”, explica Buendía. 

La muestra podría incluir charlas sobre un producto determinado, tertulias sobre vino a la vez que el artista pinta una copa “y muchas cosas de este estilo, -añade el pintor mientras  saluda a las personas que llegan a ver la muestra-. Una exposición tiene que ser algo vivo que tenga dinámico. Siempre digo que los museos suelen ser más mausoleos que museos y el arte debe provocar y hacer partícipe al espectador de las propuestas del artista”.

Se muestra satisfecho de reunir dos ámbitos, pintura y gastronomía, en los que Buendía siempre ha aportado mucho y bueno. “La comida ha sido uno de los reclamos de mi pintura. Poder plasmar el vino, unos mejillones o unas anchoas…y hacerlo tal y como están en el mercado, aisladas, intentando crear unas composiciones abstractas, aunque sean muy realistas, es algo que me gusta y donde me siento cómodo. Creo que era el momento y el lugar de poder hacer exposición monotemática”.

Cuando le preguntamos por el momento creativo que vive actualmente, Manolo Buendía subraya que “mientras tenga ideas y haga cosas, un artista siempre está vivo. Me gusta buscar siempre nuevos estímulos, trabajar, tener proyectos…”. Y de proyectos hablamos con este creador que el mes que viene participará en un proyecto colectivo de la Asociación de Acuarelistas “y alguna cosas que, de momento, no voy a desvelar. Pero después del verano surgirán nuevas cosas”, señala.

En la misma calle, a muy pocos metros de su exposición, a la misma hora se inauguraba otra muestra, coincidencia que propicia que hablemos del panorama general del arte en Tomelloso. “La verdad es que llega un momento que no sabes dónde estás y, espero que se interprete bien esto que voy a decir, no sé si estamos teniendo una oferta cultural por encima de nuestras posibilidades. Tomelloso lleva unos meses frenéticos en la que todos los días hay eventos, una hiperactividad cultural muy interesante y positiva y es algo que tenemos que celebrar”.