Advierte el elegante programa de mano de “El chico de la María”  —primorosamente diseñado, como el cartel y las entradas por José Antonio Jiménez— que la obra está “basada en la imaginación de una niña”. Relata el periodo desconocido de la vida de Jesús de Nazareth desde su nacimiento hasta su adolescencia, sus primeros pasos, las trastadas en el cole, la carpintería, la vida familiar o la convivencia con las amigas de María.

Dieron vida a los distintos personajes de “El chico de la María” Miguel Alberto Cano, Conchi Araque, Alonso Seco, Oscar Perales, Gabriel Perales, Alberto Cano, Fermín Cano, Andrés Díaz, Víctor Cardo, Isabel López-Ortega, Carmen Correas, Montse Ortiz, Marisol Lara, Alejandro López, Juli Yáñez y Bernardo Castillo.

En el año 4322 del calendario chino (el nuestro todavía no existía) por el deseo de un Dios con deje tomellosero “va a nacer un chiquejo que se va a criar como cualquier muchacho de la época”. Una biografía poco conocida del Hijo de Dios que Entercioelo nos muestra en episodios que anuncia un angelito por medio de carteles. La Anunciación, Sin pecado concebida, La Adoración, la Huida a Egipto, El Desierto, La estancia en Egipto, el regreso a casa, el aprendizaje del Mesías o La Revelación.

Y la historia comienza como todos sabemos, con el anuncio de Gabriel a una María sorprendida de que va a ser la madre del Hijo de Dios. Además de Jesús y María, por escenario del Marcelo Grande pasan un José compresivo y algo pillo, las amigas de María (que no dejan nada para luego), Isabel, pastores, magos, los abuelos de Jesús, amigos del joven o el maestro de la escuela.

Entre bromas y veras, por medio de situaciones cotidianas y entretenidas “El chico de la María” nos enseña como Jesús, un chico corriente y revoltoso que quiere ser carpintero, va madurando hasta que María le revela que es la Salvación del Mundo. Cuando cayó el telón, el público dedicó una ovación a la compañía debutante.