“Para mí ha sido una sorpresa y un honor este nombramiento, -empieza diciendo-. Nunca pensé que la Hermandad podía pensar en mí para ser Mayorala de la Virgen”. Pero la balanza se decanta más hacia una inmensa alegría para una mujer criada en el seno de una familia con gran vinculación con la Patrona de Tomelloso. “Aunque este reconocimiento recaiga sobre mí,  comparto este reconocimiento con toda mi familia que es muy devota de la Virgen de las Viñas. Viene a ser un homenaje a mi padre que fue presidente de la Hermandad durante diez años, también a mi madre que siempre tuvo muy presente a la Virgen en su vida y a mi tía Loló que fue la primera benefactora de la Virgen. Entiendo este nombramiento para toda la familia”.

Gracias a este reconocimiento, la Mayorala vivirá esta Romería de diferente manera, aunque intentará no alejarse de su costumbre habitual de compartirla con familiares y amigos. “Vivimos la Romería muy intensamente, con mi familia más cercana que son mi marido y mis hijos y también con mi familia política porque mis suegros tienen una casa justo enfrente del Santuario. Ellos han guardado la tradición de celebrar la Romería con una comida para familiares y amigos. Como ellos dicen, una fonda ver pasar las mulillas y estar cerca del Santuario. Mi marido y yo cogimos el testigo de esta tradición y hacemos una Romería de familiares y amigos en la que pueden pasar perfectamente ciento cincuenta o doscientas personas de distintas edades y generaciones”.

Esther y su marido saborean este momento “porque solemos reencontrarnos con familiares o amigos que hace tiempo que no vemos. Viene a ser como una Romería de peregrinación y de reencuentros”.

Toca hablar de esos momentos intensos, cargados de devoción y mucha emotividad que se viven en la Romería de Tomelloso. A Esther Belló hay muchos momentos de la celebración “pero me gusta mucho ese instante de las cinco de la tarde en el que la Virgen sale la Ermita para dirigirse a Tomelloso. Es un momento de agradecimiento muy hermoso. Pero en realidad me quedo con lo que es el camino a Pinilla, ya no solo el día de la Romería que es muy especial, sino cualquier día del año. Yo, por tradición propia, cada 1 de enero voy a Pinilla porque significa muchísimo para mí”.

La Mayorala refuerza los argumentos que solicitan que la Romería sea declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. “Sería algo importante y lo apoyo al cien por cien, sobre todo por esa gente anónima que tantas horas emplea para que la Romería salga bien y la gente pueda disfrutar en armonía y sana convivencia. Recuerdo el trabajo de mi padre, los escritos, las cartas…era un trabajo encomiable para reforzar la seguridad y cuidar todos los aspectos de la organización. La gente de la Hermandad realiza una labor encomiable y creo que debería reconocerse mucho más”. Belló también tiene muy claro que ”la Romería de Tomelloso es una fiesta única, en cada edición hay algo diferente y atractivo. La gente joven se ha involucrado de una forma brutal, la preciosa tradición de las mulillas y los carros, los grupos folklóricos, los pregones musicales…No conozco a nadie que haya venido a la Romería de Tomelloso y no le haya gustado. Los que vienen, acaban volviendo. Sería muy importante conseguir esa declaración que también sumaría para promoción turística de la ciudad”

Recuerdos, vivencias y mucho sentimiento mariano

Esther Belló recuerda con cariño la Romería que coincidió con la llegada de su primer hijo. “Nació en abril y decidimos que lo primero que haría sería ir a la Romería. Todos mis hijos son hermanos de la Virgen y tienen ese bautismo personal bajo el manto de la Virgen de las Viñas”. Al tiempo que pertenece a la Hermandad de la Virgen de las Viñas, Esther también es cofrade de la Virgen de la Esperanza. “La Virgen está muy presente en mi vida, primero como hija y ahora como madre, que son visiones distintas, pero esa devoción mariana siempre ha estado ahí. Siempre he sentido a la Virgen a mi lado”

Al final de la entrevista, a Esther le preguntamos también por sus actividades empresariales, todas ligadas a la agricultura. “Mi familia siempre ha estado muy ligada al sector agroalimentario. Personalmente he tocado otros sectores, pero con el que más me identifico es el de la agricultura. La Virgen tiene la advocación de las viñas, pero la veo como una patrona que protege y cuida a las familias de agricultores que son la base fundamental de Tomelloso. El campo es fundamental y, además, genera un importante movimiento económico en otros sectores”. Al hilo de esto,  Esther considera un honor “coger el testigo como Mayorala de una institución como la Cooperativa Virgen de las Viñas que agrupa a miles de familias y que está protagonizando grandes logros en los ámbitos económico, social y cultural”