Javier Escudero lleva más de veinte años dedicado a la investigación de la obra de Cervantes y a los documentos públicos y privados de su época. Gracias a ello, ha podido descubrir que hubo otros hidalgos de "lanza en astillero, adarga antigua, rocín falco y galgo corredor" y que incluso alguno de ellos se enfrentó a los molinos de viento. en este libro se trata de dar respuesta a a pregunta: ¿quién fue realmente Don Quijote? Un propósito que ha elogiado Inés Losa. “Un libro muy esperado que, aunque aparentemente es un ensayo, acaba siendo una novela que te engancha y no puedes dejar de leer. Es maravilloso adentrarse en esos descubrimientos que nos va contando Javier, con esa mente maravillosa y su perspectiva de archivero jurídico que le hace ser minucioso y riguroso en su trabajo". Losa ha considerado que el libro "es un regalo y animo a la gente a que se adentren en su lectura porque Javier ofrece una perspectiva muy interesante”.

Ángel Arribas ha expresado su satisfacción por hacer de padrino con un autor. “Él ya presentó uno de mis libros y, por tanto, y en justa y recíproca correspondencia tenía que estar ahí. Las otras vidas de Don Quijote es una gran obra que plantea muchas interrogantes. ¿Cuántos Quijotes hubo realmente en la Mancha…solo uno? Cervantes tuvo la osadía de plasmar esa esencia manchega en un único personaje, pero estoy seguro que ha habido muchos más y Javier lo demuestra en un gran trabajo de investigación”.

El autor se ha reafirmado en su intención “de hacer algo novelado, yo me quijotizo y hago también cuatro salidas recorriéndome todos los archivos de España buscando al Quijote verdadero, tratar de resolver si realmente existió ese personaje que inspiró a Cervantes”. Escudero ha considerado sorprendente “encontrarse con muchos personajes de pueblos de alrededor del Toboso que hacían las cosas  que hacía Don Quijote en la novela.  Y esto queda demostrado con documentos originales y reales  que cuentan que hay un hidalgo que ataca un molino, otro hidalgo que se viste de caballero, un Sancho Panza de la época…¿conoció a esta gente Cervantes? Bueno, para eso hay que leerse el libro”.