La catedral de Santa María del Prado de Ciudad Real, acogió al mediodía de este 13 de julio la ordenación de Gabriel Rojas y Pedro Julián Delgado como diáconos. Una celebración presidida por el obispo, don Gerardo Melgar.
El templo se llenó con familiares y amigos de los
nuevos diáconos. Del mismo modo, la mayor parte de los sacerdotes de la
diócesis participaron en la ordenación, acompañada por los cantos de la Coral
Diocesana junto a la escolanía que se ha formado en el Seminario.
En la homilía, don Gerardo, dirigiéndose a los dos
ordenandos, remarcó que solo desde «la gracia divina» van a ser capaces de
responder a la llamada de Dios con entrega y disponibilidad total a la misión:
«El sacramento que vais a recibir no solo os capacita para la misión a la que
el Señor os envía, sino que toca vuestro propio ser convirtiéndonos en hombres
nuevos. La gracia del sacramento os transforma en servidores de Cristo y de los
hermanos para cumplir esta gran misión de servicio». Para esto, el obispo
subrayó que «el mejor modelo de servidor a quien imitar es Cristo, que no vino
a ser servido, sino a servir». Este servicio de los diáconos es un envío de
Dios «a servir a todos, pero especialmente a los pobres y necesitados».
«La caridad pastoral pide de vosotros la entrega de
vuestra vida y de todo cuanto sois y tenéis al servicio de Dios y de los
hermanos», dijo don Gerardo, que presentó el celibato que los diáconos prometen
en esta ordenación, como una «vida entregada en su totalidad y sin reservas al
servicio de la misión».
Sobre la oración, el obispo les pidió «rezar cada
día con pausa y devoción la oración de la Iglesia que tiene como centro la
eucaristía y que consagra a Dios nuestro esfuerzo cotidiano, ofreciéndole
nuestro tiempo y nuestra vida entera».
Después, se refirió a la misión de la Iglesia que
comparten los diáconos. Les pidió ser «servidores de Cristo en la Iglesia
misionera, enviados por Él a ofrecer sin complejos, con valentía, su persona».
Por último, hizo una llamada vocacional aprovechando
el ejemplo de la ordenación: «Vuestra valentía y generosidad es la demostración
más clara de que, hoy, cuando uno se siente llamado a servir al Señor por este
camino, puede ser feliz siguiéndolo y respondiendo positivamente al Señor por
el camino del sacerdocio».
Después de la homilía, los dos ordenandos hicieron
la promesa pública, prometiendo obediencia al obispo y a sus sucesores. A la
promesa le siguió la oración de petición con las letanías a todos los santos,
mientras los elegidos permanecen tumbados en el suelo y toda la comunidad reza
y pide la intercesión de los santos. Esta es una de las partes más
características de las ordenaciones.
Después de las letanías, don Gerardo impuso las
manos a los dos seminaristas, que en ese momento quedaron ordenados como
diáconos. Varios sacerdotes ayudaron a los dos diáconos a revestirse con la
dalmática y la estola cruzada, las vestiduras características del ministerio
que desempeñan. Después, el obispo les entregó el Evangelio, que a partir de
ahora proclamarán en la liturgia, dándoles la paz como signo de acogida.
Los dos nuevos diáconos ejercerán este ministerio de
manera transitoria hasta la ordenación sacerdotal, que se celebrará en los
próximos meses.
Los dos diáconos
Pedro Julián Delgado González
Pedro Julián Delgado González tiene 31 años y es natural de Ballesteros de
Calatrava.
Ingresó en el Seminario Menor de Ciudad Real en la comunidad de Bachillerato,
donde cursó 1.º y 2.º de Bachillerato. Después de unos años de interrupción
estudiando Administración y Finanzas, regresó al Seminario en el año 2016,
comenzando el curso de Fundamentación. Durante sus años de formación, ha
participado en la pastoral de Las Casas, en la comunidad de Bachillerato
colaborando con el formador, en la parroquia de Santiago y en el Hospital de
Ciudad Real, en Herencia y en Miguelturra. Este año de pastoral se está
formando de nuevo en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Herencia.
Gabriel Rojas Gutiérrez
Gabriel Rojas Gutiérrez es natural de El Torno y tiene 25 años. Comenzó a
estudiar en el Seminario de Ciudad Real a los 12 años edad. Después de los años
en el Seminario Menor pasó al Seminario Mayor, donde completó la formación
filosófica y teológica para el sacerdocio. Además de los estudios en el
Seminario, como todos los seminaristas, se ha formado colaborando en la
pastoral de varias parroquias. Colaboró con la comunidad de Las Casas, en la
parroquia de San Pedro y en el Hospital de Ciudad Real, en la parroquia de San
Juan Bautista de Alcázar de San Juan, colaborando además en la pastoral
penitenciaria y en la pastoral de la salud de la localidad. Después, pasó un
año en Campo de Criptana, durante este último curso de formación pastoral,
colabora en Bolaños de Calatrava y Valenzuela de Calatrava.
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Martes, 22 de Abril del 2025
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