Remuevo la escoria en mis sueños,

encuentro orfandad allá afuera,

de mis actos no soy dueño,

solo reflejos en el espejo de la esfera.

Suenan mil gritos aquí dentro,

un machacón y constante zumbido,

no es música, solo esperpento,

una traca que acaba en alarido.

Cuánto pesa el estigma,

cuánto se agarra a la tierra,

como duele la vida,

como deseo romperla.  

Vuela en el aire  simiente,

los ojos elevan  tristeza,

busco la luz en las huellas de la mente

y hoces de abrazos que retiren  maleza

Bendita locura es apartarse del camino

más cuando el aire borra la estela

y la cordura solo encuentra soledad y desatino,

el sueño y la palabra solo me desvelan.

Cuánto pesa el estigma,

cuánto se agarra a la tierra,

como duele la vida,

como deseo romperla.  

Ayúdame, quiéreme como soy

para que la Luna no enmarañe mi despertar.

¡Acompáñame! Donde vayas, voy.

planta semillas en la huellas de mi mente. ¡Y libertad!