Damien Leone, director de estas 3 películas es muy fan de la cultura pop de los 80 y especialmente del género slasher, con películas como Pesadilla En Elm Street o la saga de Viernes 13 entre otras. El género llevaba muerto desde finales de los 80 y principios de los 90, siendo Scream la última gran película de Asesinos en Serie. Me impresiona como una película tan barata y hecha con cuatro perras ha conseguido cosechar un éxito increíble hasta tal punto de convertir a su protagonista en un ícono.

La primera entrega es lo típico, un payaso va acabando con sus víctimas una por una pero no es hasta la secuela cuando oficialmente tiene una historia que contar y se comienza a explicar el posible origen de este payaso.

Y hablando de asesinos en serie, Art actualmente es popular compartiéndolo con Jasen, Freddy Krueger y Michael Myers por poner un ejemplo. No se sabe mucho de su origen solo que es un payaso que sin decir ni una palabra, puede acabar contigo de la manera más macabra que puedes imaginar aunque según en palabras de su director se trata de la lucha del Bien contra el Mal lo que me hace pensar que este payaso además de ser un psycho killer es también una entidad demoníaca.

Ahora bien, las 2 cintas destacan de una violencia exagerada tirando al morbo por lo que no es de extrañar que muchísimos espectadores abandonasen la sala de cine debido a tan cantidad de gore explícito. Ya no son sólo muertes graciosas como lo hacía Jasen, Art el Payaso no duda en crear una obra con tu cadáver y de paso burlarse en tu cara. No me quiero imaginar la cantidad de bidones de sangre falsa que se gastan porque es más sangre, más tripas y más maquillaje de látex.

Aunque también peca del típico cliché de todo slasher como por ejemplo una rubia y un negro muriendo o que la protagonista mate al monstruo pero a la siguiente película reviva para organizar otra matanza.

Por poner un ejemplo, diría que Terrifier le pasa como a John Wick. Os preguntaréis por qué tal comparación si no tienen que ver. Es sencillo, ambas revitalizan sus respectivos géneros. John Wick volvió a hacer popular el género de acción de tiroteos y kung fu y en cambio Terrifier lo hace propio respecto al slasher sin beber de franquicias. Es más, ni las entregas posteriores de Scream ni la trilogía fallida de Halloween logran hacer lo que consigue Terrifier en solo 3 películas y eso que el director planea hacer una cuarta.

Por todos estos motivos y aunque no tengáis el estómago fuerte os animo a ver las dos primeras de Terrifier si sois amantes del género y disfrutáis con asesinos en serie viendo como aniquilan a sus víctimas. Actualmente la tercera película es un éxito en Estados Unidos superando a la segunda entrega de Joker y por supuesto obligando a muchos a abandonar las salas de cine y eso tiene mérito. Verla con un cronómetro a ver cuanto aguantáis.