“Tomelloso jugó un papel importante
durante la Guerra de Independencia Española. Ocupada por los franceses hasta en cinco ocasiones, la villa fue testigo de
importantes combates, acogiendo durante el conflicto altos oficiales y columnas
militares de la «Grande-Armée» de Napoleón, miembros de la
nobleza, de las guerrillas y del ejército español.”
Uno de los mantras más requeridos por los tomelloseros es la creencia de
no tener casi pasado como pueblo. Nada más lejos de la realidad: Desde que se
fundó el actual Tomelloso, allá por el siglo XVI, han ocurrido importantes eventos
a lo largo de su historia de los que poco o nada se conoce. Sin embargo,
gracias al hallazgo de documentos de la época es posible reconstruirlos,
rescatando así una gran parte de nuestra historia como población que antaño
ignorábamos.
Algunos de estos eventos ocurrieron en el Tomelloso de hace doscientos
diez años, durante la Guerra de Independencia Española: De 1808 a 1814 el
pueblo español combatió contra el Primer Imperio Francés de Napoleón Bonaparte,
que había ocupado con sus tropas parte del territorio nacional. Durante esos
años, los tomelloseros fueron testigos y víctimas de la ocupación de la
villa por los franceses. Mariscales, generales y comandantes de la «Grande-Armée» como Horace Sebastiani, Louis de Bouillé, August
Von Kruze, André Thomas Perreimond, Hippolyte d'Espinchal o Jean-De-Dieu Soult fueron protagonistas
de la lucha en lo que ahora es nuestra ciudad; aunque siempre estuvieron hostigados
por la guerrilla y por el ejército regular español: Francisco Sanchez
«Francisquete», Francisco Abad «Chaleco», Diego López de Membrilla, Pedro de
Alcántara o el General Freyre capitanearon los movimientos del bando patriótico
sobre la villa de Tomelloso.
El 2 de mayo de 1808, ante la incertidumbre política del momento, el
pueblo español se levanta en armas en Madrid. La rebelión es reprimida
duramente por los franceses, provocando que hombres y efectivos del ejército
español buscaran refugio al sur de la capital: Comienza un lustro de guerra en
la provincia de La Mancha.
En 1808 Tomelloso pertenecía a esta provincia, así como al priorato de
Uclés, en lo que fueron los dominios de la Orden de Santiago. Ya era una villa
próspera. Con una población aproximada de 4.000 habitantes superaba a
Socuéllamos —su villa matriz— y a Argamasilla de Alba —su villa vecina, también
llamada «Lugar Nuevo»—. Con el subsuelo plagado ya de cuevas, el cultivo de la
vid comenzaba a tener peso en la economía local; que unido a la actividad de
sus posadas hacían a Tomelloso un lugar lleno de vida. Siendo un importante
cruce de caminos desde su fundación tres siglos atrás, la villa comenzaba su
expansión económica. Dos años antes, también en mayo, el párroco Francisco
Mariano Bustamante bendijo el nuevo cementerio en las afueras de villa —ahora
Glorieta de María Cristina—, siendo alcalde José Antonio Martínez del Corro.
Antes los tomelloseros eran enterrados dentro de la población, cerca de la
parroquia o de la ermita de San Francisco —en la actual calle Don Víctor—, lo
cual provocaba serios problemas de salubridad en la población.
Los primeros combates
En mayo de 1808 el General Dupont comienza a avanzar por La Mancha camino
de Andalucía —Sevilla y Cádiz eran la puerta a las colonias americanas, que en
esos años aún no eran independientes—. La desparramada francesa por la
provincia encontró una fuerte resistencia: En Valdepeñas el pueblo se sublevó
contra las tropas que marchaban hacia el sur; en Manzanares, Villarta de San
Juan o Herencia también hubo levantamientos populares, así como en muchos otros
lugares de La Mancha. El 27 de junio Diego López de Membrilla, el nuevo jefe
electo por el pueblo manchego en armas, lanza su proclama desde su cuartel
ambulante de las riberas del Guadiana, resumiendo lo acontecido en la zona: Se
libraron nueve batallas, muriendo más de cinco mil franceses, entre ellos dos
generales y siete coroneles. Una de estas batallas se libró cerca de Santa
María, en el camino de Tomelloso a Alhambra: Durante la refriega murieron
un gran número de franceses y la Ventilla —apostadero próximo al lugar— fue
destruida.
Ese mismo mes José Bonaparte comienza a reinar en España. Tras la victoria
española en Bailén el 19 de julio abandona Madrid, obligando a su hermano a
intervenir: En otoño entra Napoleón en España junto con su ejército de 250.000
hombres, la «Grande-Armée».
Los años venideros fueron muy conflictivos en la villa de Tomelloso: El 13 de enero de 1809 los españoles son derrotados en Uclés, la sede de nuestro obispado. Días después los franceses entran en Tomelloso, estableciendo una guarnición. A mediados de febrero el Duque del Infantado, Don Pedro de Alcántara, intenta provocar la deserción de los efectivos de la guarnición, sin éxito. En las semanas siguientes todos los pueblos de la Mancha van cayendo: Arenas de San Juan, Villarta de San Juan, Villarrubia de los Ojos, Manzanares y finalmente Ciudad Real son tomados por el general Horace Sebastiani.
Horace Sebastiani de la Porta
En verano los franceses tomaron posiciones en Herencia y Alcázar, pero Tomelloso
es liberado por primera vez, y posteriormente defendido por una guarnición
española comandada por el capitán Rosales. La población de la villa asistió
a la unidad, informando a los oficiales de los movimientos franceses por la
zona. De momento se desconoce si Tomelloso fue saqueado o su población
maltratada durante la primera ocupación, pero en la vecina Socuéllamos las
hambrunas y calamidades sí se hicieron notar.
El 12 de octubre llega a Tomelloso la Condesa de Cifuentes, María
Eulalia de Queralt y Silva. Huye de los franceses hacia Sevilla, que
retoman la villa dos días después: Una gran columna de hombres formada por
regimientos franceses y alemanes encuentra los restos de sus soldados muertos
más de un año antes en Santa María. La escuadra napoleónica fortifica los
restos de la Ventilla con empalizada y establecen un puesto avanzado con 50
infantes, cortando las comunicaciones españolas entre el sur y el este. La
guarnición española de Tomelloso se dispersó antes de la arribada francesa.
El desastre de Ocaña y la
expedición del General Sebastiani
El 19 de noviembre de 1809 fue un día infausto para los ejércitos
españoles. Después de sufrir una severa derrota en Ocaña huyen en desbandada
hacia el sur. El camino a Andalucía por fin está libre para las fuerzas de
Napoleón; en lugar de atravesar Despeñaperros en masa, forman tres grandes
columnas que pasarán a Andalucía por tres caminos distintos: la primera cruzará
por Almodóvar hacia Andújar, la segunda por Valdepeñas y la tercera —en el
flanco izquierdo— por Tomelloso e Infantes hacia Montizón.
Esta última asoma en Tomelloso el 6 de enero del 1810 con el General
André Thomás Perreimond a la cabeza de su brigada de caballería ligera. Días
después —el 9— llega la columna francesa comandada por Horace Sebastiani y
Louis de Bouillé. Permanecerán dos días en la villa, esperando la
llegada del General Milhaud, que comandaba una expedición por Albacete y
Chinchilla en ese momento, para partir juntos hacia el sur. Bouillé
posteriormente recordará esta etapa de la expedición en sus memorias, evocando
las aventuras de Don Quijote.
Louis Joseph Amour de Bouillé du
Chariol, Marqués de Bouillé
Es probable que los generales de Napoleón aprovecharan las posadas de la
villa para descansar. Aún no sabemos qué vivieron nuestros antepasados durante
estos días: Es poco factible que sufrieran vejaciones por los franceses, dado
que Sebastiani esta vez intentaba ganarse la complicidad de la población.
Posiblemente facilitaran algunas raciones de avituallamiento a la tropa durante
su estancia, como ocurrió en otros lugares.
Tomelloso en conflicto constante
En 1810 la provincia era gobernada manu militari por el General Jean
Thomas Lorge, pero la actividad militar española permanecía constante por
el rechazo popular a los franceses. En marzo el General Lorge se ve obligado
a enviar escoltas a Tomelloso para apoyar una operación del alemán Von
Kruse. El 1 de abril Tomelloso vuelve a manos españolas, y Von Kruse debe
replegarse hacia La Solana. El 17 del mismo mes José Bonaparte sanciona una
nueva ley de prefecturas —provincias— y municipalidades, que elimina en buena
medida el poder local. Se crea una prefectura en Ciudad Real y una
subprefectura en Alcázar de San Juan. Esta ley no se aplicará en Tomelloso
hasta un año después, en el que uno de los candidatos para la Junta de Subprefectura,
Francisco Antonio Carranza, será alcalde tras la retirada definitiva de los
franceses.
August Von Kruse
Tomelloso fue un lugar estratégico, y ambos bandos intentaron controlarlo durante toda la guerra.
Al ser un importante cruce de caminos, la plaza era vital para mantener las
comunicaciones entre unidades del mismo bando. Correos y víveres atravesaron
sus calles: Por ejemplo, la noticia de la victoria española en el puente de San
Martín de Toledo llega a Cádiz en julio de 1810 a través de un correo de
Tomelloso.
A lo largo de esta etapa de la contienda las guerrillas fueron
determinantes para desequilibrar la balanza hacia el lado español. Sus
partidas, gracias al conocimiento del terreno y al apoyo del pueblo llano,
hostigaban duramente a los franceses durante operaciones de transporte de
víveres o tropas, así como en las mismas poblaciones. Los ocupantes sufrían y
temían los movimientos de las guerrillas, y durante los meses posteriores
siempre trataron, sin éxito, eliminarlas.
Uno de estos guerrilleros fue Francisco Sánchez, también llamado «Francisquete»
o «Camuñas» por los manchegos la época. Natural de aquel pueblo
toledano, el «Tío Camuñas» asestó fuertes golpes a los contingentes
franceses de la zona. En verano de 1810, habiendo sido ocupado Tomelloso
por los franceses de nuevo —por tercera vez—, Francisco Sánchez desafía con
su guerrilla a la guarnición de la villa, compuesta por casi trescientos
soldados y noventa dragones —efectivos de caballería—. El combate tuvo lugar en
las eras del pueblo y los franceses perdieron cincuenta hombres entre muertos y
heridos.
Francisco Sánchez «Francisquete»
En septiembre, «Camuñas» vuelve a la carga: El día 3 cerca en
Tomelloso a doscientos infantes del regimiento de Baden, comandado por Von
Kruse, con dos cañones y cuatrocientos hombres, con peor suerte: Al día
siguiente la guarnición es auxiliada por el regimiento de Nassau, compuesta por
cuatrocientos hombres y sesenta dragones. La derrota de Francisco Sánchez fue
estrepitosa: Mueren casi doscientos guerrilleros y Sánchez resulta herido. Días
después, este evento fue noticia en periódicos de toda Europa.
Otro de los guerrilleros famosos fue Francisco Abad «Chaleco».
Natural de Valdepeñas, el 7 de agosto junto a Martínez de San Martín,
comandante manchego, atacan un gran convoy en el camino de Villarrobledo a
Ossa de Montiel que transportaba seis mil fanegas de trigo en cuatrocientos
carros. El Comandante Allemand, subordinado de Lorge, solicita desde
Manzanares una venganza proporcional para las villas de Villarrobledo, El
Bonillo y Tomelloso, que habían contribuido a la pérdida del convoy y a la
muerte de algunos soldados y sirvientes.
Hacia el final de la guerra
Todo el año 1811 y hasta finales de 1812 Tomelloso está bajo
jurisdicción francesa. Las guerrillas languidecen, y exceptuando alguna
comunicación española recomendando actuar sobre la villa por el corto número de
efectivos que la guardan, no hay constancia de movimientos importantes por el
lado español. En abril de 1811 se constituye el corregimiento napoleónico de la
villa y el 12 de noviembre es capturado Francisco Sánchez en Belmonte, siendo
fusilado un día después.
En noviembre 1812 las cosas empiezan a cambiar: Mientras Napoleón
está inmerso en la invasión de Rusia —que le conducirá a la derrota de su
ejército—, las tropas del Mariscal Soult arriban a La Mancha; también lo harán
las tropas españolas del Regimiento del Rey, las cuales, junto a la
división de caballería del General Freyre, se acantonan en Tomelloso.
El 27 de
diciembre, el General Soult con cuatro compañías del regimiento
de cazadores número veintiuno sorprende en Tomelloso a un batallón
de la retaguardia del General Freyre que partía de la villa para escoltar a un
gran convoy. Estaba siendo despedida acaloradamente por la población cuando
aparecieron los franceses. Éstos, sin
disparar ni un sólo tiro, capturaron
hombres, convoy y enseres, dejando libres a algunos soldados para
transmitir su derrota a sus oficiales.
Nicolas
Jean-de-Dieu Soult
Los franceses
ocupan Tomelloso por cuarta vez. Dos días después
Soult regresa sin establecer guarnición en la villa: En ese momento el ejército
de Napoleón no pasaba un buen momento. Mal pertrechados y peor avituallados,
sus efectivos llevaban sin cobrar más de un año, lo que facilitó que días
después las guerrillas y la tropa de línea española vuelvan a ocupar Tomelloso.
El último combate del
que tenemos constancia se produjo el 6 de enero de 1813. El General Soult, junto con Hyppolite d'Espinchal, vuelve
a Tomelloso después de haber recibido la noticia de la reocupación
española. Este último, en sus memorias, nos cuenta que la villa fue evacuada una
hora antes de su llegada. En el camino de Villarrobledo alcanzaron a 60 jinetes
de la guerrilla de Francisco Abad «Chaleco», de los que murieron 14 durante el
enfrentamiento.
Francisco
Abad «Chaleco»
Tras este
episodio Tomelloso vuelve a control francés —por quinta
vez—, pero no será por mucho tiempo. Las divisiones imperiales son
derrotadas en Rusia, en España y en otras partes de Europa. Los franceses se
retiran: En marzo se completa la evacuación de La Mancha; y finalmente, el 17
de mayo José Bonaparte abandona Madrid. España había recuperado su independencia,
aunque a este episodio le seguirían otros tantos de conflictos internos:
Episodios de nuestra historia en los que Tomelloso también fue protagonista.
Aunque ya sabemos algo más de lo que pasó en esos años, en lo que hoy es
nuestra ciudad todavía quedan muchas
preguntas sin resolver. ¿Dónde enterraron a los muertos? ¿Qué fue de los
heridos? ¿Por qué nuestra historia local ha estado tan vacía en esta época, sin
perdurar ni un testimonio de lo que vivieron nuestros antepasados? Es posible
que nunca sepamos todo lo que ocurrió, pero lo que pasó en Tomelloso fue historia. Lo que pasaron los tomelloseros,
más bien fue histeria.
*La información contenida en este artículo está basada en
hechos reales, siendo recogida de documentos oficiales, noticiarios y crónicas
de la época.
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Jueves, 24 de Julio del 2025
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