Desde el
balcón del estudio de Manuel Solana se ven los tejados de Tomelloso. Conviven
cubiertas antiguas de tejas de barro cocidas en algún horno árabe junto a otras
más modernas de chapa sándwich. Tradición y modernidad, distintos estilos y
formas a golpe de vista. Así, con un descarado sincretismo, con una colorida
mezcla de formas y temas, es el estudio del artista. Cuelgan cuadros de todas
las paredes, con un reconocido estilo, en una circunstancia que se acerca al
“horror vacui”. Nos sorprende un espacio que no conocíamos y en el que el arte
se puede respirar.
Solana es un
artista transversal que empezó con el arte urbano (que nunca ha abandonado) y
ha pasado por los cuadros hechos con vino, tinta y café, hace caligrafías y
ahora está embarcado en la “etapa de pintura”, pintando con óleo. Participa en
varios colectivos, Jueves al desnudo entre otros y ha regalado hace unos días
un mural, junto a Gobi y MeOne, a la ciudad de Tomelloso. Ha regresado de Los
Ángeles —esa es la excusa de nuestra visita— donde ha tomado parte en el
Meeting of Styles, un evento internacional de arte urbano. Hablar con Solana
siempre es una delicia: sonríe y es humilde.
Etapa
de pintura
El artista se
encuentra en un periodo artístico que define como “etapa de pintura” que
comenzó «después del COVID. Teníamos un antes y un después de Cristo y ahora
hay un antes y un después del coronavirus». Tras la epidemia, Solana se
dijo que «quería probar con los pinceles. Comencé con acrílico, y dibujos
que estaba haciendo de escaleras los empecé a pasar a lienzo». Cuando el
artista —después de profundizar en el estilo y la técnica— consideró que «estaba
haciendo cosas que me gustaban me lo empecé a tomar más en serio, en cuanto a
utilizar mejores soportes o materiales de más calidad».
Hace dos
años, a la vuelta de un viaje a Turquía, «el cuerpo me pedía pintar al óleo,
una técnica que nunca había probado. Al no haber estudiado Bellas Artes, nunca
he tenido la oportunidad de aprenderla». Tras volver del Asia Menor, el
artista acometió dos bodegones al óleo (que señala al periodista) «me quede
sorprendido. Ahora es lo que más hago, pintora al óleo, más figurativa. Sin
dejar de lado las escaleras». Como queda demostrado por las que cuelgan de
las paredes del estudio, las escaleras imposibles de Penrose, son un tema
recurrente en los cuadros de Manu Solana. «Las escaleras, la pintura al óleo
más figurativa con bodegones y retratos… mi interés es combinarlo todo. Estoy
esperando que llegue el momento, que eso me nazca por sí solo».
Los
orígenes
No olvida
Manuel Solana sus orígenes usando vino tinta y café o sus singulares e
identificativas caligrafías «no solo están las escaleras o la pintura
figurativas, la caligrafía es algo que no quiero dejar olvidado. Quiero
combinar los tres conceptos, que no sé si podré». El polifacético artista tiene
claro que «mis cuadros de vino, tinta y café me abrieron la puerta al mundo
de las exposiciones. Que es algo que no para, de hecho, me llegan encargos».
Tiene mucho
de surrealista el universo artístico de Solana «que poco a poco se va
formando, creo que por sí solo». Muchas de las pinturas que cuelgan en el
estudio del artista nos recuerdan a El Bosco, circunstancia con la que está el
pintor de acuerdo «este cuadro simularía en infierno de Dante; hace poco
quise hacer el Cielo. Tengo un lienzo en el salón, que no cabe por la puerta,
en el que quiero pintar el Jardín del Edén. No obstante, quiero hacer un
estudio previo de El Bosco, un artista que me inspira bastante».
Estudios de
Munch, un San Sebastián muy suigéneris, su interpretación de la Última cena o
de la Gioconda, Solana no desprecia los guiños a los grandes creadores de todas
las épocas y estilos, «Hace dos años estaba centrado en la religión. Esta es
mi versión de la Virgen María, más combativa, con la corona de espinas en los
puños y con la intención de vengar a su hijo. Un encuentro de Lucifer con Dios,
ahí está un amigo mío que es de ascendencia musulmana y he querido representar
los demonios del islam», cuenta al periodista mientras recorremos el
estudio.
Bodegones
Pero Solana
ha regresado de un viaje —los viajes son puntos de inflexión para el artista—
convencido de que tiene que pintar bodegones «los he despreciado durante
toda mi vida. He visto bodegones colgados en mi casa, en láminas, era muy
académicos y sin sentido para mí… Ahora es todo lo contrario, lo que más me
inspira y me llama la atención son los bodegones. Estoy preparando una serie,
que me está motivando mucho, de lo que creo que puede ser mi primera exposición
de pintura». Tiene acabados el pintor ocho cuadros con naturalezas muertas «y
otros tres que estoy preparando… En 2025 espero poder inaugurar una muestra con
bodegones, a mi estilo, claro, combinados con el grafiti y en los que incluyo
calaveras y esqueletos de animales, creo que le da ese toque oscuro que a mí me
llama la atención».
Se inició
Solana en el arte urbano, «mi relación con el grafiti es algo difícil de
explicar. Cuando piensas que lo has abandonado, que es algo de tu juventud,
resulta que no es así. Vuelves a tus raíces y te das cuenta de que eso con lo
que empezaste tiene más fuerza que cualquier otra cosa». Así, explica el
artista que se encuentra en un momento en el que se está moviendo más dentro
del mundo del grafiti «participando en eventos, viajando para pintar». Es
una técnica, la del aerosol «que vuelve a estar de moda y es algo que me
favorece. En cuanto a mi trabajo, ya que también llevo a cabo decoraciones de
negocios, y en lo personal, que va a más». Ha sido en Tomelloso donde
Solana ha llevado a cabo más encargos de decoración de establecimientos «unos
más artísticos, otros más decorativos y otros en los que simplemente
representamos la imagen del negocio».
Los
Ángeles
Ha regresado
hace pocas semanas de Los Ángeles, a la megalópolis californiana «llegué
andando y volví cojo», bromea el artista. «Ha sido por darlo todo allí,
no por otra cosa. He participado en un evento de carácter internacional que se
hace en varias ciudades del mundo a lo largo del año». Se presentó el
tomellosero a Jamaica y Los Ángeles, pensando en que «en California no me
iban a coger. Al final saqué plaza para los dos eventos y elegí ir a Los
Ángeles». Y es que, se trata de una ciudad que a Solana siempre le ha
inspirado en cuanto a arte urbano y grafitis «los más grandes artistas están
allí».
«Mi
experiencia en Los Ángeles ha superado mis mejores sueños. No paré de pintar ni
de hacer contactos». A pesar de que la organización del evento era mejorable, para Manu
Solana ha sido una experiencia única «a la que no le puedo poner ninguna
pega». En el Meeting of Styles de Los Ángeles, nuestro paisano
estuvo pintado con un pionero del grafiti en aquella ciudad, EX «para mí ha
sido como subir la montaña y tocar la campana». Durante los diez días que
duró el evento (que a Mano le han perecido quince) «llegué sin conocer a
nadie y he vuelto con muy buenos amigos. He realizado tres obras para
participar en el certamen y otras cuentas por mi cuenta y con riesgo… Aunque
Los Ángeles es una ciudad muy dispuesta para el grafiti adecuado».
Prepara su
participación en otro encuentro de arte urbano en Hong Kong «he presentado
la solicitud, pero no sé si es tan fácil poder asistir. De todas formas estoy
planeando asistir el año que viene a más eventos de este tipo, en los que nunca
había participado, todos de carácter internacional». El secreto para vivir
del arte es «levantarte e ir a trabajar igual que lo hace otra persona.
Estamos en un país en el que podemos hacerlo. Soy una persona muy frugal, que
vivo humildemente, mi arte me da para vivir».
Un
2025 con varias exposiciones
Solana
participa en varios colectivos, fundamentalmente en Jueves al desnudo, «podría
decir que estoy en la pintura gracias a mis compañeros de Jueves. Te podría
decir que cada uno de ellos me ha dado algún consejo. Ellos son los que me
hacen avanzar».
En 2025 prevé que va a llevar a cabo carias exposiciones individuales tras un 2024 en el que «extrañamente no he hecho ninguna, ha sido el primer año que no he expuesto. Pero ha estado bien esperarme, este año que comienza voy a mover mi obra tanto en Tomelloso como fuera». En Tomelloso le gustaría al artista «hacer una exposición muy personal, me está tratando muy bien mi ciudad y me gustaría hacer una muestra que tenga un sentido de celebración y de agradecer el poder vivir como vivo». Además, nos recuerda, junto a Roberto Carretero, Gobi y Rafael Rodrigo, MeOne, «acabamos de terminar un mural como regalo a Tomelloso».
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Jueves, 2 de Enero del 2025
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