Con la ausencia de Abraham en la convocatoria, el Atlético ha jugado de inicio con Monreal, Borja, Izan, Berlanga, Yeisson, Agustín, Isaac, Jorge Degado, David Sevilla, Raul Delgado y Joaquín. 

El Almodóvar salió más enchufado, ganó segundas jugadas, se mostró fuerte en los duelos individuales y dominó territorialmente casi todo el primer tiempo. Encontró el premio del gol a los veinte minutos en una jugada en la que la defensa auriverde volvió a mostrar una alarmante falta de contundencia. Pasó el balón entre una nube de piernas, nadie despejó y el balón le cayó a Daniel Cordero que no perdonó con un remate ajustado al palo. Para más complicaciones Yeisson, tocado casi toda la semana, se marchó lesionado y entró Kuku.

Algo de mejoría mostró el Atlético Tomelloso en los últimos diez minutos de la primera parte, cuando Sevilla, Agustín y Raúl Delgado bajaron el balón al piso, pero las ocasiones de gol siguieron brillando por su ausencia. El resultado adverso y las decisiones del colegiado, que debió ser más severo a la hora de castigar el juego duro de los visitantes, fueron desperando a los locales.

No mejoró el panorama en una segunda mitad en la que el técnico local cambió a los dos medios centros, Agustín e Isaac, dando entrada a Moratalla y Carretón. Poco después sacaría dos atacantes, Antonio Espinosa y Carlos Arroyo, pero el equipo siguió sin funcionar. Lo intentó con disparos lejanos, pero con poco veneno de Raúl Delgado y Joaquín. Le costó un mundo asociarse con la pelota y las pelotas largas que metió al área fueron presa fácil para los centrales del Almodóvar. El que más lo intentó fue Joaquín que intentó hacerse hueco en varias ocasiones para conectar su buen disparo, pero eran jugadas demasiado forzadas para el delantero que se fue desesperando a medida que pasaron los minutos. 

La puntilla llegó con el 0-2 en una jugada de contragolpe que nació, claramente, en posición  de fuera de juego. Kane marcó con un buen disparo cruzado a los 76 minutos y el partido quedó visto para sentencia. En el tramo de partido que quedaba, apenas inquietó el Atlético, a excepción de una melé dentro del área en la que Joaquín reclamó un penalti cuando iba a disparar.

Así concluyó un partido para olvidar, con los aficionados contemplando con resignación una nueva derrota de su equipo que ahora afronta dos salidas consecutivas a Valdeganga y Malagón. Después de 18 partidos, el equipo se siente mucho más a gusto fuera de casa.