Gracias a Feliciano por su colaboración, es hermoso en la situación de un paciente oncológico poder llorar de risa. La actividad finalizó con una estupenda meditación, de esas que te llenan de calma y te conectan con tu yo interior.

El viernes todos los participantes en el taller sacaron a su niño interior y se permitieron sin miedo, a darle rienda suelta...

Montserrat Jiménez, una de las responsables de la iniciativa señalaba que “es necesario seguir abordando la enfermedad y lo que genera después, desde otros puntos, sin olvidar que todo suma y el conjunto sanan”. En Lanza Sueños “trabajamos cada día por mejorar la vida del paciente, hay cosas tan sencillas que olvidamos y que son tremendamente necesarias para la armonía de nuestro cuerpo y salud”.

Para acabar, Montse Jiménez subrayaba que “el día que decides pararte, has perdido toda la voluntad que te impulsó a moverte, el movimiento es vida y la vida es movimiento”.