“¿No ardía nuestro
corazón mientras…?” San Lucas, 24, 32
Me pregunto si estas
palabras, sacabas del texto del evangelio de San Lucas, en las que hace
referencia al pasaje de Emaús, ese en el que dos discípulos iban caminando, y
se encuentran con Jesús, aunque no lo reconocen, sería lo mismo que sentiría
Bernadette cuando un 11 de febrero de 1858 se le apareció una imagen de la
Virgen María allí en el Gruta de Massabielle.
¿Cómo ardería el corazón
de esta niña en aquella su primera aparición? Según relato, vio a una señora
vestida de blanco, que al igual que los discípulos de Emaús, no reconoció, pero
que desde el primer momento inquieto su corazón, le ardía por dentro. En
sucesivas apariciones, al preguntarle, por toda la incertidumbre que estaba
viviendo a su alrededor, le dijo “Yo soy la Inmaculada Concepción.”
Hoy celebramos la
festividad de la Virgen de Lourdes, patrona los enfermos, día que instauro
nuestro querido papa Juan Pablo II en 1992, declarando este día como Jornada
Mundial del enfermo. Cada año son
millones las personas que viven la experiencia de la gruta, que reviven en
significado del AGUA, que tantos milagros con el paso de los años ha ido aconteciendo,
o de la LUZ, en una preciosa procesión marial, donde cientos de velas iluminan
el cielo, aclamando la luz verdadera, la luz de la vida, esa que nos ilumine el
camino, el sendero de nuestra vida, que tantas veces perdemos en los avatares
de nuestro día a día.
La gruta se debe
convertir en nuestra brújula, en esa que nos guie hacia el Señor, que nos haga
reconocer, al igual que los discípulos de Emaús lo reconocieron al partir el
pan, y nos permita salir corriendo a su encuentro.
¡¡Que mejor que salir a
su encuentro de la mano de nuestra MADRE¡¡
María nos invita a ello, pero…¿Cómo
tenemos el corazón? ¿Arde como el de Bernadette o aquellos discípulos? ¿O lo
tenemos en modo silencio y no leemos sus mensajes?
Hay que tener mucho
cuidado, nos colapsamos de mensajes, y puede ser que muchos de ellos sean con
buenas intenciones, pero al final muchas veces compartimos sin leer, o por lo
menos sin interiorizar aquello que nos quieren transmitir, nos llenamos de
símbolos, de imágenes, de emoticonos maravillosos…. pero si tu corazón no arde,
si en tu vida no experimentas aquello que vives, HOY no es tu día.
¡Que alegría sentirme
enfermo a los pies de mi querida Virgen de Lourdes¡¡ Enfermo no solo de cuerpo,
a veces de corazón!!! Que mejor sanación de nuestra alma que sus propias manos.
Vive y siéntelo, no dejes que te lo cuenten, y veras como sales con un corazón
fortalecido.
Hagamos que, en nuestra
vida, se llene de los MISTERIOS de la FE, esos que ya Bernadette nos invitó a
rezar cada día, porque no lo se tú, pero yo que quiero volver gritando al
unisonó como los discípulos de Emaús, que mi corazón resucito, porque solo así
tendré un corazón listo para AMAR.
¿Te apuntas?
Feliz día de la Virgen de Lourdes.
Alejandro Ramírez Soriano, Hospitalario y peregrino de la fe y de la esperanza.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Martes, 11 de Febrero del 2025
Martes, 11 de Febrero del 2025
Martes, 11 de Febrero del 2025