Cruz Roja siempre tiene las puertas de su sede de Tomelloso
abiertas a la ciudadanía y a las iniciativas que buscan el bienestar de los
colectivos más desfavorecidos. Así, desde el curso pasado se está llevando a
cabo el Taller de Pintura de Personas Mayores. Doce mujeres que se reúnen para demostrar
que en el arte y la creatividad la edad no importa. La pintura como ilusión por
la vida, para conjurar la soledad no deseada y pasar un rato agradable.
Manoli Jiménez, es la impulsora de esta iniciativa y
profesora del curso, cuenta con la ayuda de María Teresa Hernández, pintora que
pertenece al colectivo Arrakis y Teresa Avilés. Los periodistas hemos podido
comprobar de primera mano el buen ambiente que se respira, la veneración y el
respeto con el que tratan al arte, la alegría que desprenden y, también, lo
bien que pintan. Están muy ilusionadas porque se está organizando una
exposición con sus trabajos, para que sus vecinos puedan admirar su buen hacer.
La concejala de Cultura, Inés Losa, ha visitado el colorido taller y ha
departido con las ilusionadas artistas.
El Taller de Pintura de Personas Mayores, explica Natalia
Chacón que es trabajadora social de intervención, está dentro del proyecto “Enrédate”
de Cruz Roja en Tomelloso. El objetivo fundamental de esta acción es “paliar la
soledad no deseada de las participantes y que amplíen la red social de apoyo”.
Se trata, apunta la trabajadora social de “una actividad muy creativa en la que
se trabaja la psicomotricidad, las capacidades cognitivas, y las habilidades
sociales entre otras muchas cosas”.
La edad no importa
Tiene claro Manoli Jiménez “que la edad no importa. Nosotros
somos una prueba de ello. No podemos parar a pesar de que seamos tan mayores,
porque empieza la negatividad”. El taller comenzó el curso pasado “y estamos
organizando una exposición para que nuestros paisanos y paisanas conozcan lo que
hacemos”. Destaca Manoli Jiménez “la emoción y, sobre todo, la ilusión que
tenemos de mostrar nuestras obras”.
Se trata de un curso de “pintura rápida. Apenas usamos el
dibujo ni el pincel fino, utilizamos trazos gruesos y muy simplificados”. Pintan
con acrílicos (“ya no tenemos edad para respirar la esencia de trementina”) y utilizan,
además de pinceles, plumas de palomas, estropajos y otros objetos. Comenzaron
con “el color y las mezclas. Les poníamos deberes en un cuaderno. El primer trimestre
acabó con las alumnas muy adelantadas”, señala la profesora. Manoli elaboró
varios cuadros “para que ellas me vieran, en pintura se aprende más viendo que
haciendo”. Las preocupaciones iniciales se han tornado en confianza, señala la
maestra, “y ahora estamos muy contentas en el taller”. Ha destacado el buen
trato que reciben en Cruz Roja.
La concejala de Cultura les ha transmitido a las integrantes
del curso que es “muy de valorar que mujeres mayores desarrollen su creatividad
y sus calidades pictóricas”. Y además, les ha señalado, el importante beneficio
personal que supone “salir de casa y coincidir con otras mujeres, forjando
relaciones de amistad”. Ha destacado Losa la importancia de la socialización
para paliar la soledad no deseada. Siempre se asocian las iniciativas
artísticas a la juventud “y vosotros sois el ejemplo de que el arte no tiene
edad”.
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Jueves, 20 de Febrero del 2025
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